- Lo denuncia el Instituto de Política Familiar (IPF) y la asociación de familias numerosas de Madrid en su informe 'La Familia y el IRPF en España'.
- Y es que, con el sisema actual, a mayor número de miembros, mayor presión fiscal, señala Eduardo Hertfelder (presidente del IPF).
- Por lo que es fundamental un cambio drástico que aplique perspectiva de familia también al IRPF, acercándonos al modelo francés (quotient) o al alemán (splitting).
Hispanidad viene insistiendo en la ausencia de referencias a las ayudas a las familias en los programas electorales.
Y sorprende esa ausencia cuando el índice de Fecundidad (número medio de hijos por mujer) es de 1,32, inferior a 2,1 por mujer (fecundidad de reemplazo). Y cuando el Instituto Nacional de Estadística (INE) ha hecho público la semana pasada que el crecimiento de la población en 2015 ha sido negativo por primera vez. Hay más muertes que nacimientos. Así que la pirámide de población no hace viable nuestro Estado del Bienestar.
Lo ha destacado hoy el
Instituto de Política Familiar (IPF) y la
Asociación de Familias Numerosas de Madrid (AFNM) al publicar el informe 'La Familia y el IRPF en España'.
Su principal conclusión es que desde hace casi 40 años (1978-2015) todos los Gobiernos en España han desarrollado un sistema fiscal que discrimina y penaliza a la familia, y lo que es más preocupante es que ningún gobierno se ha planteado cambiar esta situación de agravio hacia la familia.
En España la fiscalidad del IRPF es claramente antifamiliar e incumple los principios constitucionales, señala
Eduardo Hertfelder -presidente del IPF-. La Constitución Española establece la igualdad entre los grupos, la fiscalidad basada en la progresividad de acuerdo con la capacidad y la protección a la familia. Sin embargo, el IRPF establece una progresividad individualista y recaudatoria que discrimina a las familias, establece diferente trato a familias con iguales ingresos y circunstancias, y lejos de protegerla, penaliza especialmente a las familias.
Por otra parte, y aunque el IRPF establece algunas ayudas a las familias o a la natalidad, su efecto es despreciable frente al efecto fiscal de aplicar la progresividad a los ingresos personalmente, cuando realmente corresponden al matrimonio y a la familia.
Según Hertfelder, es fundamental un cambio drástico que aplique perspectiva de familia también al IRPF, acercándonos al modelo francés (quotient) o al alemán (splitting) y acabar de una vez con esta inmensa discriminación que sufren las familias españolas, a dificultar su desarrollo y conciliación, y a tener los hijos que realmente desean. De esta forma, por fin, se cumplirían los preceptos constitucionales vulnerados hasta ahora.
Es más: la gran mayoría de las familias sufren una presión fiscal mayor que los solteros y hay grandes variaciones entre familias con los mismos ingresos, sólo por el origen de sus ingresos. Los hijos sólo producen leves reducciones de la presión fiscal, especialmente para familias con ingresos muy bajos.
Si se analiza el IRPF para rentas per cápita iguales, el resultado es que a mayor número de miembros, mayor presión fiscal. Por ejemplo, para familias con 10.000€ por miembro: una familia de 6 miembros con 60.000€ de ingresos paga un porcentaje mayor que una de 5 miembros con 50.000€ de renta, y ésta paga más porcentaje de IRPF que una familia de 4 miembros con 40.000€ de ingresos.
En concreto, una familia numerosa (con 4 hijos) que gane 40.000€ al año y con un solo perceptor de ingresos, pagaría 735€ más al año que otra familia que gana los mismos ingresos totales (40.000€/año) pero en el que uno de los cónyuges gana 28.000€/año y el otro 12.000€/año. Así mismo pagaría 1.759€ más que otra familia con los mismos ingresos (40.000€) pero en el que ambos cónyuges ganasen 20.000€ al años cada uno, añade la Asociación de Familias Numerosas de Madrid (AFNM).
José Ángel Gutiérrez
joseangel@hispanidad.com