Ramón Escolano tendrá que darse prisa con Bankia.
El BCE y la Comisión Europea piden al Gobierno que acelere la privatización de Bankia, porque “fortalecería el sistema bancario español”. Es a través de un comunicado conjunto, en el que se informa de la visita a España, el 9 y de 10 de abril, para evaluar el sistema financiero español tras el rescate. Dicho de otro modo, es el primer aviso al nuevo ministro de Economía, Ramón Escolano. En paralelo, exige a la Sareb, la sociedad que gestiona los activos de la reestructuración bancaria, que venda esos activos más deprisa, aunque venda peor.
No lo dice en esos términos, naturalmente, pero es lo que late en el comunicado, en que constata la mejora de salud de los bancos españoles. Sobre Bankia, destaca el paso dado tras la fusión con BMN y última desinvensión del FROB, pero el objetivo es la privatización como último paso de la reestructuración bancaria. También se fortelecería sistema bancario español, añade, con los planes de desinversión de las fundaciones bancarias en las cajas de ahorros.
A la Sareb, en concreto, le exige "más acciones de gestión”, ya que, aunque mejoró sus márgenes, registró de nuevo resultados financieros negativos. Resucita así un viejo debate, en el seno de banco malo, entre dos modelos en gestión de la Sareb para vender la cartera de activos con un horizonte vital: 2027.
El mensaje del BCE resucita el debate sobre la venta rápida, a peor precio, o más lenta, sin malvender
Se puede vender rápido para tardar menos, aunque será a peor precio, o vender lento sin malvender. En paralelo, el ritmo no da igual a los bancos, que tienen el 51% del capital y están interesados, por tanto, en que no se venda a cualquier precio para quitarse el muerto de encima.
Por el primer modelo se decantó Belén Romana y el actual presidente, Jaime Echegoyen, procedente de Bankinter, al margen de que será, con toda probabilidad, un saco de pérdidas para el sector público. Ojo, aunque no computa a efectos de déficit público por la participación de los bancos privados.
A los bancos no les da igual el ritmo y los precios: tienen el 51% del capital de Sareb
Es el mismo debate, dicho sea, al que se enfrentó Ana Botín, por los activos inmobiliarios tóxicos del Popular y optó por la venta rápida. De ahí la sociedad conjunta creada con Blackstone (51% y Santander, 49%). Ángel Ron, por el contrario, era partidario de vender más despacio para no malvender.
Entre los puntos positivos, destaca la liquidez y “rentabilidad continuada” durante los últimos trimestre, con la salvedad del Popular, la captación de recursos, con emisiones de capital, la concesión de créditos y la reducción de préstamos fallidos en la medida de la banca europea.
Otra cosa es la economía española, que crece con solidez, aunque la deuda, pública y privada, sigue demasiado elevada y las cifras de paro siguen siendo un problema. Es un marco, en fin, para avanzar en la consolidación fiscal, mejorar el ratio de deuda pública y “reconstruir colchones fiscales para superar cualquier choque adverso”.