• Alivia la crisis de tesorería para el día a día, también con acuerdos con proveedores (Siemens o General Electric) para retrasar pagos.
  • La ingeniería cae otro 3% en bolsa por las dudas sobre la entrada de un inversor que aporte dinero.
  • Es la condición de la banca para capitalizar la sociedad con 235 millones en bonos.
  • La CNMV da más margen para presentar los resultados anuales por el mal momento.

El peligro de que Duro Felguera acabe como Abengoa, solicitando el preconcurso, es real: todo está supeditado a la entrada de 100 millones y esa ayuda no llega. A falta de oxígeno por esa vía, la única alternativa de la empresa que preside Acacio Rodríguez (en la imagen) está en acelerar ventas pendientes, como la de la sede en Madrid y ablandar a los proveedores en pagos pendientes. La venta de la sede al fondo británico Signal Capital, por 30 millones de euros, se concretó el miércoles de la semana pasada y le da liquidez para un mes, pero necesita bastante más. Idem del lienzo con el acuerdo para aplazar pagos con General Electric o Siemens, entre otros proveedores, que parchean pero no solucionan el problema de fondo. También ha recurrido en el juzgado de lo Mercantil de Gijón, por cierto, la petición de concurso necesario de acreedores solicitado por la ingeniería asturiana ITK para reclamar impagos. Es, en fin, el problema en el que está inmersa la ingeniería asturiana, que vuelve a caer en bolsa este lunes (cae casi un 3%), mientras la banca acreedora ha empezado a provisionar los riesgos (es decir, se ponen en lo peor). Pero lo que la banca espera, sobre todo, es la entrada del socio que aporte los 100 millones. A cambio, el inversor se quedaría con el 90% de la empresa, y el resto, un 10%, lo mantendrían los propios bancos (6%) y los antiguos propietarios (4%). Si esa negociación fragua, los bancos aportarían otros 25 millones en liquidez y otros 100 millones en avales. El plan de capitalización, por 235 millones en bonos convertibles, dejaría la deuda de la ingeniería en 85 millones frente a los 320 millones actuales. El mal momento de la empresa ha sido el motivo por el que la CNMV le ha dado más plazo para presentar los resultados anuales. Ese plazo terminó para las cotizadas el día 28, pero Duro podrá hacerlo el próximo viernes, 9. Ahí se conocerán las pérdidas y el efecto dominó en la facturación y la cartera de pedidos. Rafael Esparza