• La economía del euro modera su crecimiento al 0,3% en el segundo trimestre y al 1,6% en tasa anual.
  • Francia, Austria e Italia se estancan: se alejan de los aumentos del primer trimestre, que fueron del 0,7%, 0,6% y 0,3%, respectivamente.
  • Pero España sonríe porque está muy por encima: sólo pierde una décima entre abril y junio y sube un 3,2% anual.
  • Alemania también. Se ralentiza menos de lo esperado: del 0,7% al 0,4% en el segundo trimestre y crece un 3,1% anual.
Parece que el presidente del BCE, Mario Draghi, se ha equivocado, a pesar del autobombo, pues decía que su política monetaria está salvando la economía europea, ya que en su opinión, favorece la demanda interna. Pero los datos de Eurostat lo ponen en duda porque el PIB de la eurozona se ha frenado en el segundo trimestre por culpa de Francia, Italia y Austria, donde se ha debilitado la demanda interna. Mientras, el de nuestro país es el segundo que más crece, junto al chipriota, y solo por detrás del eslovaco. La economía del euro ha moderado su crecimiento al 0,3% en el segundo trimestre, respecto a los tres primeros meses del año (0,6%). En tasa anual, el descenso es menos acusado, pasando del 1,7% al 1,6%. Los responsables de este freno en el PIB de la zona euro han sido Francia, Austria e Italia, cuyas economías se han estancado entre abril y junio, alejándose de los aumentos del primer trimestre (del 0,7%, 0,6% y 0,3%, respectivamente). Por tanto, el PIB galo ha perdido siete décimas de crecimiento; el austríaco, seis y el italiano, tres. En Francia, el estancamiento tiene su explicación en la contribución nula de la demanda interna, pues el gasto de los consumidores se moderó con fuerza y la formación bruta de capital fijo se contrajo cuatro décimas. Un escenario que no pudo compensar su sector exterior, que sumó tres décimas al dato del PIB. Por su parte, Italia ha defraudado en el segundo trimestre porque ha aminorado su recuperación, tras salir en 2015 de su peor recesión desde la Segunda Guerra Mundial. La reducción de velocidad se debe al debilitamiento de la industria y de la demanda interna, que además presiona al primer ministro, Matteo Renzi, al poner en peligro los objetivos oficiales de crecimiento. Mientras, el ministro de Economía, Pier Carlo Padoan, advierte que el Brexit tendrá impacto. Pero ante el escenario de la eurozona, España sonríe porque está muy por encima de la media europea. Su economía sólo ha bajado una décima entre abril y junio, hasta el 0,7%, respecto a los tres primeros meses. Con esta cifra, nuestra economía es una de los que más crece, junto a la chipriota, y solo por detrás de la eslovaca ( 0,9%). Mientras, en tasa anual, el PIB español ha pasado del 3,4% al 3,2%. Alemania también está contenta. Y es que su economía se ha ralentizado menos de lo esperado: ha bajado del 0,7% al 0,4% en el segundo trimestre y crece al 3,1% anual. Eurostat también ha dado datos del conjunto de la UE que son mejores que los de la eurozona. Su PIB se reduce solo una décima entre abril y junio, situándose en el 0,4%; mientras que la tasa anual se mantiene estable en el 1,8%, por encima de EEUU (1,2%). Cristina Martín cristina@hispanidad.com