Diario de Pandemia. O te vacunas o te conviertes en un paria
Uno de los mejores analistas bursátiles españoles me asusta con dos comentarios:
1. Ahora mismo, las vacunas son gratis pero en una segunda etapa, no. Al tiempo, se quiere supeditar todo a si tienes o no la vacuna. En Nueva Zelanda la primer ministro ha dicho que no puedes ser funcionario de puertos si no te vacunas y lo mismo si eres una empresa privada que trabaja en puertos. En definitiva, la vacuna va a resultar obligatoria, te la van a exigir.
Así, las empresas de ese sector lo van a querer imponer a sus trabajadores. Y la empresa que te paga puede ejercer la misma o mayor presión que sus trabajadores.
En Israel se quitan la mascarilla. En España, la idea es mantenernos con el bozal puesto más allá de la vacuna
La segunda parte es la más atemorizante.
Una vez se crea el pasaporte covid, ya tienes la base para un sistema monetario mundial a lo chino: identificaciones biométricas, a lo mejor unificadas por un ente mundial, sobre las que se puede añadir un medio de pago único.
Y más: como los permisos son renovables se crea la capacidad para echar del sistema, o sea, de la calle y del mercado, a quien convenga: lo siento no te pusiste la dosis de este año, te quedas sin viajar o te restamos puntos para comprar tu coche o tu casa por no ser buen ciudadano… como ya hacen en China. Es lo que podríamos llamar totalitarismo sanitario.
¿Significa que la vacuna te introduzca el temido chip? No, pero sí significa que puede ser el inicio del recorrido. O te vacunas o te conviertes en un paria. A partir de ahí… ¿Conspiración? No, evolución natural de las cosas.
Los contagios suben pero las muertes bajan. Eso tiene que significar algo, ¿verdad?
Dos datos más. En Israel se quitan la mascarilla. En España, la idea es mantenernos con el bozal puesto más allá de la vacuna. En la tarde del lunes, ese ser objetivo, llamado Fernando Simón, volvía a amenazar, tapabocas en mano, con que las medidas de restricción de libertades -por ejemplo, la obligación de llevar mascarilla- con vacuna o sin ella se mantengan. Entonces, ¿cuándo van a terminar las restricciones? ¿O se trata de que no se terminen nunca?
Los contagios suben pero las muertes bajan. Eso tiene que significar algo, ¿verdad?
Y la última de Simón: AstraZeneca ofrece grandes resultados, aunque tiene algunos efectos secundarios mínimos, despreciables… que “no son agradables”. No está mal, dado que se trata de muertos por trombosis. No, no es agradable, Simón.
Simón califica a los trombos provocados pro AstraZeneca como consecuencias "no agradables"
Y por ahora, yo no me vacuno.