- La aceitera controlada por el fondo británico no levanta el vuelo: con una materia prima cara sólo se puede salvar el tipo.
- Todo apunta a un aumento de producción en la próxima cosecha: es el único rayo de esperanza.
- La bolsa, de momento, penaliza el estrechamiento de los márgenes de Deoleo y no traslada esa expectativa.
- En el año pierde un 16% y cotiza a 0,32 euros, por debajo del precio de la OPA (0,39).
- Desde dentro, el nuevo Ceo, Manuel Arroyo, hace sus deberes y se rodea de un equipo más profesional.
El talón de Aquilés de la
Deoleo sigue en el débil pronóstico en sus resultados. Es la razón de la penalización que sufre en
bolsa este año, en torno al 16%. Ahora cotiza a 0,32 euros por acción, lejos de los 0,45 que tocó a principios de mayo y también de los 0,39 de la OPA de diciembre.
La explicación no es otra que el lastre que supone para sus cuentas el elevado precio del
aceite de oliva. Ahora bien, todo puede cambiar si se normaliza la producción en la cosecha que comienza este mes y finaliza en 2016. Es el único rayo de esperanza para la compañía que controla el
fondo británico CVC.
El nuevo consejero delegado de Deoleo,
Manuel Arroyo, mientras, ha hecho lo suyo en lo que puede hacer. En septiembre ha dado una
vuelta, como quien dice, a su equipo directivo,
incorporando ejecutivos de primer nivel. Arroyo se ha rodeado de buenos profesionales con amplia experiencia en el sector alimentario y la iniciativa ha partido del Consejo de Administración, "no ha sido impuesta por CVC". Eso dijeron al menos.
Y, paralelamente, como informó
El Economista, la aceitera busca nuevas oportunidades y nichos de mercado para aumentar sus ingresos a corto plazo. Por esa razón, habría contratado a la consultora Bain & Company.
Según los datos recogidos por los analistas de
Sabadell, todo apunta a un aumento de la producción en la cosecha actual en España de hasta 1,3 millones de toneladas, frente a los 0,8 millones de la última temporada, fuente de todos los males en el sector.
Lo que ha ocurrido hasta ahora es que los precios se han
desmelenado (un 30% este año y hasta el 60% si se une 2014) y las aceiteras, también Deoleo, se han resentido. No pueden repercutir esas subidas al consumidor en la misma proporción, porque perderían cuota de mercado, y en ese escenario no les queda otra que llegar a resignarse, incluso, con vender a pérdidas. La competencia lo exige.
Pero todo puede cambiar si la producción de la actual campaña mejora: los precios bajarían y, con ello, aumentarán también los márgenes para Deoleo.
Ahora bien, el presente es presente y el futuro, una expectativa. Deoleo está penalizada en bolsa por el presente y la cotización no ha recogido aún esas expectativas.
Los analistas del Sabadell apuntan a unos resultados en el tercer trimestre muy parecidos a los del primer semestre.
En otras palabras, Deoleo aumentaría sus
ventas (en torno al 15%), pero con un inevitable perjuicio en sus
márgenes operativos (nuevamente, el desajuste entre los precios de la materia prima y los de venta).
El efecto en sus resultados se mediría, en el tercer trimestre, en una caída del
ebitda (resultado bruto de explotación) del 40% (en el primer semestre retrocedió un 44%)
y una pérdida de 23 millones de euros, frente a los 16 millones de primer semestre.
Esa situación daría la vuelta con la cosecha normalizada de 2015-2016, que posibilitaría un aumento del ebitda de Deoleo de hasta el 60%. Otra cosa es el beneficio que pueda obtener con la mejora de los márgenes.
No hay que olvidar que uno de los principales problemas de Deoleo es la elevada deuda que arrastra, 11 veces superior al ebitda a finales de este año, según la agencia de calificación
Moody's. Por ese motivo rebajó un peldaño el
rating de la compañía (de
B2 a
B3) a finales de septiembre. Lo mismo hizo
Standard & Poor's a principio de ese mes.
Rafael Esparza
rafael@hispanidad.com