• El sector de automoción eleva sus ventas al exterior un 19,3% entre enero y julio, hasta los 25.528 millones.
  • Así, se registra un nuevo récord de exportaciones: 148.630,8 millones ( 5,5%) entre enero y julio.
  • Las importaciones se sitúan en 161.507,3 millones, pero crecen a menor ritmo que hace un año por el abaratamiento del crudo.
  • Por ello, el déficit comercial se reduce un 6,1% en los primeros siete meses, hasta los 12.876,5 millones.
  • La Unión Europea es el destino del 64,6% de las exportaciones y Cataluña (25,6% del total), la autonomía más vendedora.
Este lunes, el Ministerio de Economía ha publicado los datos de comercio exterior correspondientes a los primeros siete meses del año, en los que no hay duda de que el automóvil y la caída del precio del petróleo benefician y mucho a la economía española. Dos indicadores que se han convertido últimamente en dos grandes alegrías para la economía de nuestro país, que cada día se aleja más de los tiempos de crisis. Empecemos por el automóvil. En concreto, el sector de la automoción ha elevado sus ventas al exterior un 19,3% entre enero y julio, hasta los 25.528 millones, las cuales subieron un 26,9% sólo en el séptimo mes. Un sector que representa el 17,2% de las exportaciones totales, ocupando el segundo puesto tras bienes de equipo (19,7%; con un aumento del 2,9%), pero que se anota el mayor crecimiento en los primeros siete meses. Además, hay otros sectores importantes en las ventas al exterior: alimentos, bebidas y tabaco (16,2% del total; 9,6%) y productos químicos (14,7%; 8,1%). Conviene subrayar que las ventas de automóviles y motos suben mucho más que las de componentes de automóviles. Las primeras crecen un 24% entre enero y julio, sobre todo por las ventas a Francia, Reino Unido, Alemania y Turquía, y un 33,9% en el séptimo mes. Mientras, las de componentes sólo lo hacen en un 8,9% y un 9,5%. De esta manera, el automóvil permite que España registre un nuevo récord de exportaciones. En concreto, la cifra asciende a 148.630,8 millones entre enero y julio, un 5,5% superior a la del mismo periodo de 2014. Dicho aumento está en línea con el mostrado por la Unión Europea ( 5,4%) y la eurozona ( 4,9%). Dentro de la UE, se sitúa por debajo de Alemania ( 6,8%), pero gana a: Italia ( 5,2%), Francia ( 4,7%) y Reino Unido (-2%). Fuera del territorio comunitario, destaca Japón, cuyas ventas al exterior aumentan un 7,8%, mientras que en EEUU caen un 5,4% hasta julio. Pasemos al abaratamiento del petróleo. Se ha notado sobre todo en las importaciones, provocando que crezcan a menor ritmo que hace un año: su aumento es del 4,5%, dos puntos menos que entre enero y julio del año pasado. Sin embargo, el indicador sigue caminando al alza y se sitúa en 161.507,3 millones hasta julio. Por todo ello, el déficit comercial se reduce un 6,1% en los primeros siete meses, hasta los 12.876,5 millones. Las importaciones de productos energéticos suponen el 14,7% del total, pero caen un 28,6% hasta julio. Mientras, las de bienes de equipo (19,8%) suben un 18,3%; las del sector del automóvil (13,5%), un 17,8% y las de productos químicos (16,3%), un 11,5%. Además, el saldo no energético tiene un superávit de 3.493,3 millones, casi una tercera parte del registrado hace un año, y el déficit energético cae un 30,5%, hasta los 16.369,8 millones. Paralelamente, al observar los datos conviene subrayar dos aspectos y más cuando apenas falta una semana para las elecciones al Parlamento catalán del 27-S y la UE no deja de decir que no aceptaría una Cataluña independiente, dando así un portazo en la cara a Artur Mas. Y es que la UE es el destino del 64,6% de las exportaciones, de hecho las ventas a esta zona se han incrementado un 7,2% interanual entre enero y julio. Sin embargo, Cataluña es la autonomía que más vende al exterior, representando el 25,6% de las exportaciones totales, y tiene la mayor contribución positiva en la variación interanual (1,8 puntos). Un argumento más que demuestra que el 27-S está en juego una cuestión que no es baladí ni para Cataluña ni para España ni para la UE. ¡Esperemos que impere la razón y el buen juicio! Cristina Martín cristina@hispanidad.com