¿La estrella es la vacuna o Sánchez es la estrella de la vacuna?
“Un día emocionante” asegura Pedro Sánchez mientras los altos cargos del Ministerio de Sanidad insisten en que la vacuna contra el coronavirus en ningún caso permite levantar las restricciones que nos están estropeando la vida y hasta la respiración.
Pero la histeria es colectiva. Y Moncloa lo ha aprovechado para convertir la esperanza de la vacuna en un espectáculo televisivo… a mayor gloria de Pedro Sánchez. Se diría que es él quien ha inventado la vacuna.
“Tienes que cuidarte igual que si no te hubieses vacunado”. ¿Y entonces? Da lo mismo: la histeria es colectiva. Haremos lo que nos ordenen que hagamos: no pienses, obedece
Mientras, España celebra los Santos Inocentes -28 de diciembre- con la eutanasia, porque a la progresía española le pareció una buena idea que, con una pandemia que se ha cebado, precisamente, con la tercera edad, necesitaba una ley de eutanasia para seguir solucionando el problema de las pensiones. De postre, días atrás conocíamos que en 2019 (el Gobierno proporciona las cifras de aborto con un año de retraso), se habían perpetrado casi 100.000 abortos quirúrgicos por año. Justo el doble que los 50.000 (son más de 70.000) fallecidos que el Gobierno Sánchez reconoce por Covid.
Y ojo, seguimos sin tratamiento, pero quien se atreva, tan sólo a dudar de las ordenes oficiales, será laminado: por negacionista
En resumen, que los santos inocentes de 2020 son los niños, los enfermos y los débiles en general. Molestan porque son dependientes, aunque el gobierno Sánchez les saque en televisión para apostar por sus tesis.
Vamos con la vacuna: “Tienes que cuidarte igual que si no te hubieses vacunado”. Esta frase de la responsable de la residencia de ancianos de Guadalajara, convertida en escenario de la propaganda monclovita, nos hace preguntarnos: ¿Y entonces? O nos hace recordar las palabras de la alegre Margarita del Val: las vacunas de Pfizer y Moderna sólo sirven para casos leves.
Da lo mismo: la histeria es colectiva. El pueblo español -y europeo- se ha aborregado. Haremos lo que nos ordene el poder que hagamos: no pienses, obedece. Y además, estaremos convencidos de que lo hacen por nuestro bien.
Los Santos Inocentes de hoy son los niños, enfermos y débiles en general. Molestan porque son dependientes, aunque el gobierno Sánchez les saque en TV
Y ojo, seguimos sin tratamiento, pero quien se atreva, tan sólo a dudar de las órdenes oficiales, será laminado: por negacionista. Sí porque esta es otra de las rarezas del virus: la vacuna para inmunizar ha llegado antes que los tratamientos para curar. Otra novedad del virus chino.
Es igual: llevamos un año de rarezas -hace un año que los chinos ‘descubrieron’ el virus- y a estas alturas nos tragamos cualquier cosa que nos quite nuestro miedo… aunque sea de forma temporal. Pero, por si acaso: poneos la vacuna como si os fuera a curar pero seguir amargándoos la existencia -por ejemplo, con el bozal- como si no os la hubierais puesto. ¡Yehaaaa!