El presidente de Corea del Sur, Moon Jae in, y del norte, Kim Jong un
En Corea del Sur, el aborto está permitido en los casos de violación, incesto, enfermedad genética o riesgo para la salud de la madre.
Sin embargo, la Asamblea Nacional prepara un proyecto para permitir el aborto hasta las 14 semanas en todos los casos y hasta 24 semanas en casos de defectos de nacimiento graves, delitos sexuales o riesgo para la salud de la madre, recoge Infocatólica de CatholicNewsAgency.
Por ello, la Conferencia de Obispos Católicos de Corea ha pedido al Ministerio de Justicia que proteja a los no nacidos «desde el mismo momento de la concepción». Los católicos coreanos también han abogado por una mayor legislación para abordar las necesidades de las madres embarazadas.
«El país tiene el deber de proteger la vida de todas las personas», dijo el padre Hugo Park Jung-woo, secretario general del Comité por la Vida de la Arquidiócesis de Seúl
«Podemos alzar la voz para hacer nuevas leyes o nuevas políticas que ayuden a las mujeres a elegir el parto en lugar del aborto. Esa es nuestra estrategia». «Esperamos sinceramente que nuestra sociedad establezca un sistema justo en el que asumamos la corresponsabilidad del embarazo y el cuidado de los niños, y nos esforzamos por ser una 'mejor Corea' mediante la construcción de una base de respeto por la vida y una cultura de la vida. El estado debe reconocer a cada vida humana, independientemente de su etapa de desarrollo, como un ser humano precioso».
Y mientras eso ocurría en Corea del Sur, en su vecina Corea del Norte, el tirano de Kim Jong Un se puso a llorar durante un discurso en un desfile militar durante el fin de semana cuando se disculpó con los ciudadanos por no mejorar sus vidas, recoge Excelsior.
Respecto a eso de que Kim Jong Un no ha logrado mejorar sus vidas, los norcoreanos le creen a pies juntillas…
Además, Kim agradeció a los militares por ayudar a prevenir un brote de coronavirus en el país. Kim dijo que estaba agradecido de que ni un solo norcoreano haya sido infectado con el virus, una afirmación que los funcionarios de Estados Unidos y Corea del Sur han puesto en duda previamente.
Vamos, que no se lo cree ni él que el virus no haya llegado a Corea del Norte…