- La 'marca de la felicidad' se apuntó hace unos meses a la familia homosexual e incluso feminizó su botella.
- El directivo español es el responsable mundial de marketing y vicepresidente de la multinacional.
- En el tercer trimestre, gana 1.276 millones (-31,5%) y factura 10.066 millones (-4,6%). Sus ventas caen en todas las zonas, excepto en América del Norte.
- El ERE de su embotellador español aún trae cola: se reincorporan a Fuenlabrada los últimos 130 empleados y se recurre la sentencia.
Parece que últimamente las cosas no le salen especialmente bien a
Coca-Cola, a pesar de haber adoptado un nuevo estilo
'progre' y de tener a Marcos de Quinto en su cúpula. En los resultados presentados el pasado miércoles no ha subido ni el beneficio ni la facturación y se han resentido las ventas (excepto las de bebidas no carbonatadas); y a todo ello se une el hecho de que
su pesadilla en España continúa.
Recuerden que la 'marca de la felicidad' siempre ha destacado por sus
anuncios. Pues bien, desde 2014 no ha tenido mucho tino. Por ejemplo, sembró la polémica con un anuncio protagonizado por un actor 'abertzale', cuya retirada
echó más leña al fuego. Claro que sus lemas también han sido de lo más curiosos: 'Destapa lo que hay en ti', 'Desde siempre mucho más que un refresco en España', 'Haz feliz a alguién' o 'La increíble sensación de venirse arriba'.
Al hilo de esto, conviene subrayar que la 'marca de la felicidad' ha apostado por un nuevo estilo 'progre'. Por esta razón, hemos podido ver cómo
se apuntó hace unos meses al homosexualismo con su anuncio de padres gays e incluso cómo feminizó su botella
convirtiéndola en fetiche sexual. Todo ello con el español
Marcos de Quinto como responsable mundial de marketing y vicepresidente de la multinacional. Un tipo que además criticó mucho el ERE con beneficios de Telefónica, pero luego ha tirado balones fuera cuando lo ha hecho el embotellador español.
Pero ni el nuevo estilo 'progre' ni la presencia del directivo español en su cúpula han permitido que Coca-Cola tuviera buenos resultados en el tercer trimestre, aunque lo esperaba. En concreto, ha ganado 1.276 millones de euros (-31,5%) y ha facturado 10.066 millones (-4,6%).
Sus
ventas han caído en todas las zonas, excepto en América del Norte: Eurasia y África (-15%), Hispanoamérica (-14%), Asia Pacífico (-11%), Europa (-7%) y negocio embotellador (-4%). Pero en volumen global, las ventas han subido un 3%, sobre todo, gracias a las bebidas no carbonatadas (tés, zumos, aguas, etc.). Respecto a los nueve primeros meses, el beneficio neto ha sido de 5.386 millones (-3,4%) y la facturación, de 30.209 millones (-2,4%).
Paralelamente, conviene recordar los resultados de su principal competidor,
Pepsi, que salva los muebles gracias al éxito de su división de snacks y bebidas alternativas. En su tercer trimestre, ha ganado 475 millones (-73,5%), tras revisar las inversiones en sus negocios de Venezuela y el efecto negativo del tipo de cambio, mientras sus ingresos han caído un 5,1%, hasta los 14.557 millones. Por su parte, en los primeros nueve meses del ejercicio, el beneficio ha sido de 3.328 millones (-28,2%) y la facturación, de 39.639 millones (-4,8%).
Al comparar las cifras de ambas compañías, parece que las dos pierden chispa, pues cada vez pierden más protagonismo los refrescos, pero lo ganan las bebidas no carbonatadas. Ambas quieren crecer en su oferta saludable, incluso
pujan por lograr una participación del fabricante estadounidense de yogur griego Chobani. Pero ahora no están especialmente tranquilas, sobre todo, Coca-Cola, que
tiembla ante el nuevo gigante cervecero, sobre todo, por su distribución.
Y no podemos acabar sin mencionar el
ERE con beneficios de su embotellador español, Coca-Cola Iberian Partners, que aún trae cola. Este jueves
se han reincorporado a la planta de Fuenlabrada los últimos 18 empleados que faltaban de un total de 220. Sin embargo, CCOO ha reiterado que el conflicto se mantendrá hasta que "se cumpla la sentencia judicial en sus términos exactos": vuelta de los trabajadores en sus mismos puestos y con las mismas funciones que tenían antes de los despidos. Recuerden que la última sentencia de la Audiencia Nacional ha sido recurrida ante ésta y ante el Supremo, además los empleados siguen sin tener "trabajo efectivo".
Cristina Martín
cristina@hispanidad.com