- El ministerio público brasileño asegura que hay evidencias de que se enriqueció y financió sus campañas electorales, además de la contabilidad de su partido, gracias a OAS y Odebrecht, empresas especializadas en obras.
- Cinco empresas podrían haber ofrecido dinero a Lula a través del Instituto que lleva su nombre, que habría recibido cinco millones de dólares.
- La Policía Federal dijo que hay pruebas que sugieren que el ex presidente recibió beneficios ilícitos de comisiones ilegales de Petrobras en forma de pagos y bienes raíces de lujo.
- Lula se defiende sugiriendo que podría disputar los comicios presidenciales de 2018.
En
Brasil, la Policía investiga irregularidades entre 2005 y 2014 en torno a la petrolera estatal
Petrobras. La red de corrupción se dedicaba de forma sistemática al desvío de fondos públicos, el amaño de contratos y el pago de sobornos. Este dinero se desviaba a políticos y empresarios. Los implicados transferían altas sumas de dinero al extranjero.
El último episodio ha sucedido este viernes cuando la Policía Federal brasileña se llevó al ex presidente
Luiz Inácio Lula da Silva (
en la imagen) para declarar por presunto lavado de dinero y corrupción dentro de la investigación. La policía fue a buscar a Lula a su casa en las afueras de Sao Paulo y lo liberó después de tres horas de interrogatorio.
En concreto, el ministerio Público considera que el expresidente brasileño era uno de los mayores beneficiarios de la trama de corrupción y asegura que hay evidencias de que se enriqueció y financió sus campañas electorales, además de la contabilidad de su partido, gracias a OAS y Odebrecht, empresas especializadas en obras. Cinco empresas podrían haber ofrecido dinero a Lula a través del Instituto que lleva su nombre, que habría recibido cinco millones de dólares. Además, la Fiscalía calcula que entre el 2004 y 2012 se desviaron 8.000 millones de dólares, añade
La Semana.
En un comunicado, la Policía Federal dijo que hay pruebas que sugieren que el ex presidente recibió beneficios ilícitos de comisiones ilegales de Petrobras en forma de pagos y bienes raíces de lujo.
La evidencia contra el ex presidente llevó la investigación por corrupción más cerca de su protegida y sucesora
Dilma Rousseff, quien está batallando contra un procedimiento de impugnación por supuestamente violar las normas fiscales, lo que ha debilitado sus esfuerzos por sacar a la economía de su profunda recesión.
El interrogatorio a Lula bajo custodia policial ha sido la gestión de más alto perfil de una amplia investigación surgida por irregularidades en la estatal Petrobras que ha sacudido a la clase política y empresarial de Brasil, agudizando la peor recesión en décadas en la mayor economía de Iberoamérica.
En una declaración a la prensa después del interrogatorio policial, Lula manifestó que estaba "vivo" y que a la "serpiente" solo podían "matarla cortándole la cabeza", recogió
Correo del Sur.
"Punzaron al perro con palo corto y por eso quiero ofrecerme a ustedes", declaró Lula la noche del viernes a militantes del PT reunidos en Sao Paulo.
En ese sentido, sin admitirlo abiertamente pero dejando en el aire la posibilidad de disputar los comicios presidenciales de 2018 como candidato del
Partido de los Trabajadores (
PT), Lula advirtió: "A partir de ahora la respuesta que puedo dar es ir para las calles", un escenario que él dijo conocer "mejor que nadie" por su pasado sindical.
Su detención ha sorprendido a los brasileños que consideran a Da Silva como el "héroe obrero" del país. Además, esto ha hecho saltar las alarmas en Gobierno de su sucesora, Dilma Rousseff, y tambalea aún más las bases de la buena marcha de la economía que consiguió Lula da Silva.
La investigación amenaza con empañar el legado del político más poderoso de Brasil, cuyas raíces humildes y programas para combatir la pobreza lo convirtieron en un héroe popular, al poner en duda cómo su izquierdista Partido de los Trabajadores consolidó su posición desde que llegó al poder hace 13 años.
José Ángel Gutiérrez
joseangel@hispanidad.com