- Lanza una megacampaña para subirse "un 5% el sueldo cambiando de banco, no de trabajo" (sic).
- Como en los anuncios de a ver quién llama primero: sólo para 40.000 nuevas cuentas y antes de Nochevieja.
- Otrosí, más importante: el techo de remuneración no pasa de 5.000 euros y hay que ser, al menos, mileurista.
- El recelo salta también por su campaña para robar los planes de pensiones de clientes de otras entidades.
No se trata de la promoción de un
crecepelo o de ese milagroso
detergente que no arruina la ropa, sino de subirse el
sueldo un 5%, algo siempre seductor, y más en estos tiempos que tanto se habla
salario mínimo y sin referencias a la
inflación.
Lo anuncia a
bombo y plantillo Bankinter en el gratuito
20 Minutos, no en
un a toda página de
Expansión o
El País, aunque nunca se sabe. Cosas de la
publicidad que, a juicio de los expertos, siempre sabe dónde va -aunque viaje en metro- y, sobre todo, a quién
dispara.
"Súbete el sueldo cambiando de banco, no de trabajo", reza textualmente el anuncio de Bankinter en letras negras -muy
esperanzadoras- y en cuerpo más grande todavía
sacude con
"un 5% sin comisiones" (en el naranja corporativo).
Y a partir de ahí, las condiciones para las nuevas
cuentas nómina, con un pero inevitable en la negrita habitual, insultantemente pequeña y, por tanto, no apta para vistas cansadas.
Muy rápido.
Uno. Deben darse prisa para acercarse a alguna sucursal o conectarse a un ordenador, no vaya a ser que se les escape la generosa oferta del banco "decididamente personal", el mismo que controla su principal accionista,
Jaime Botín (
en la imagen). La
cosa finaliza el 31 de diciembre. Como en los anuncios de los primeros que llamen, igualito (de un
sálvame deluxe de esos): sólo será para
40.000 nuevas cuentas.
Dos. Tendrán que vencer dos resistencias: ser nuevo cliente (ahí está la
exclusiva) y superar la frontera del
mileurista (
sorpresa).
Tres. Por muy elevado que sea su
sueldo, la
remuneración del 5% TAE es para 5.000 euros (oh cielos, qué magnanimidad) aunque en el segundo año el interés se despeñe al 2%. El futuro es para mentes audaces.
Y cuatro (el sonajero trina). Todo eso será posible
siempre que no le bajen el sueldo de verdad (o pierda el empleo, porque debe "mantener el nivel de ingresos declarado") y conservar, otrosí, el cargo mensual de
recibos y una
tarjeta activa asociada a la cuenta. Obviamente, no explica si se pagará al banco por las dos cosas.
Uno se queda sin palabras para medir la emoción ante un artilugio tan
sagaz para
captar pasivo… y huye también de la manoseada expresión
guerra del pasivo (por aquello de que la seriedad en estas cosas de la economía siempre es un grado).
Ese es el sentimiento de un sector afligido, me cuentan, por la política monetaria de
Draghi. Los tipos en mínimos históricos les está esta poniendo en un aprieto por la caída de márgenes. Por eso les sacude tanto, a su vez, el ingenio del
hermano Bankinter, echando el resto en su exhibición de músculo, eso en lo que todos, con sus más y sus menos, flaquean.
Como en el
to be, or not to be de
Shakespeare pero en lo de crecer o encoger negocio.
El recelo de los bancos toma cuerpo también por otra campaña para canibalizar
planes de pensiones de clientes de otras entidades:
bonificación de hasta un 4% por traspasos, condicionada a tanta letra pequeña como en el caso anterior.
Momentazos antes de fin de año. ¡Qué cosas!
Rafael Esparza