- La ex juez no dudará en utilizar la ley para lograr sus objetivos, aunque sean sectarios.
- De momento, la candidata al Ayuntamiento de la capital, ha propuesto al presidente de Bankia la adquisición de las 40.000 viviendas vacías de la entidad para destinarlas a alquiler social.
- De cómo pagar los 4.000 millones de euros que cuestan, ni hablamos.
- De casta en casta: pactará con la casta del PSOE y hará políticas para atraer a la casta financiera, esto es, a la inversión internacional.
- El buen talante de Carmena contrasta con la actitud beligerante de Ada Colau.
Inquietud y de la grande. Es lo primero que se desprende de las manifestaciones que
Manuela Carmena (
en la imagen) ha realizado después de reunirse con el presidente de
Bankia,
José Ignacio Goirigolzarri. "Ha ido muy bien, estamos contentos. Ha sido una reunión muy cordial", ha afirmado. Goiri, témete lo peor. Si el lobo con piel de cordero asegura que la reunión con el granjero ha ido "muy bien"…
"Vamos a buscar posibilidades de acuerdo en el futuro", ha asegurado. Lo que no ha dicho –aún no le interesa desenmascararse- es qué ocurrirá si esas posibilidades de acuerdo no se dan. Imagínense lo peor. Lo más probable es que se queden cortos.
Para empezar, la ex juez ha propuesto a
Goirigolzarri la adquisición de las 40.000 viviendas vacías de la entidad. El objetivo es destinarlas a alquiler social. La idea, dicha así, es de los más sugerente. Ahora bien, de cómo piensa pagar los 4.000 millones de euros que cuestan, nada de nada. "No ha habido un compromiso de
Bankia", ha señalado. ¡Sólo faltaría!
La candidata de
Ahora Madrid (Podemos) salta de casta en casta. Primero, está dispuesta a pactar con la casta política del
PSOE para ser alcaldesa. Y una vez lo logre, quiere atraer a la casta financiera. "Haremos una política municipal más justa, con más capacidad de invención y de atraer la inversión internacional". Fenomenal. Hable con Esperanza Aguirre, a la sazón la más votada, que en eso estará totalmente de acuerdo con usted y le podrá echar una mano.
Como se ve, todos los movimientos y todas las manifestaciones de Carmena nos muestran a una persona moderada, que sólo busca el bien común y la justicia. Su buen talante contrasta con la actitud más beligerante de su homóloga en Barcelona,
Ada Colau. La más que probable alcaldesa de la ciudad Condal llegó a decir que incumpliría las leyes que considerase injustas.
Carmena nunca haría eso. Haría algo mucho más peligroso: utilizar la ley para sus propios intereses. A ella no le hace falta incumplir la ley. La utiliza. Y sus intereses, no lo pierdan nunca de vista –Goiri, tú tampoco- son de los más sectarios. Eso sí, maquillados con buenas dosis de demagogia.
Pablo Ferrer
pablo@hispanidad.com