• Fomento confirma que el nuevo ministro de Transportes saudí da 14 meses más al consorcio español y se compromete a pagar los atrasos.
  • Esto aumenta el prestigio del presidente de Renfe... que estaba por los suelos entre los socios españoles.
  • Es más, se llegó a cuestionar su puesto, al igual que el del Ceo del consorcio, Santiago Ruiz.
  • Sulaiman Al-Hamdam tiene un perfil más occidental y dialogante, algo que será clave en la negociación sobre los sobrecostes.
Por fin llegan buenas noticias relacionadas con el AVE La Meca-Medina, que han permitido la reconciliación de Pablo Vázquez con la ministra de Fomento en funciones, Ana Pastor (ambos en la imagen). Y es que en su último viaje, tras reunirse con representantes de la Saudi Railways Organization (SRO), el presidente de Renfe ha conseguido que los saudíes cedieran. La titular de Fomento ha confirmado que el nuevo ministro de Transportes saudí, Sulaiman Al-Hamdam, ha dado 14 meses más de plazo al consorcio español y se ha comprometido a pagar los atrasos. Esto es una muy buena noticia para algunas empresas, que llevaban sin cobrar desde noviembre, ya que ante la falta de Juan Carlos I y con un Gobierno en funciones, los saudíes nos tomaban el pelo. De esta manera, aumenta el prestigio de Vázquez, que estaba últimamente por los suelos entre los socios españoles. Es más, se llegó a cuestionar su puesto, al igual que el del Ceo del consorcio, Santiago Ruiz, quien está ultimando su salida e indemnización. Sulaiman Al-Hamdam es la tercera persona al frente de la cartera de Transportes saudí desde que se adjudicara el 'megaproyecto' a finales de 2011. Hasta el pasado sábado, era el responsable de aviación civil, tiene un perfil más occidental y dialogante que su antecesor, algo que será clave en la negociación de los sobrecostes. Este es el otro tema delicado, tras el de los retrasos en los plazos. Como saben, el presupuesto del 'megaproyecto' ascendía a 6.700 millones de euros, pero se va a sobrepasar esa cifra, ya que los saudíes han pedido cosas que no estaban en el contrato inicial. Lo bueno es que la construcción va bien (actualmente el grado de ejecución es del 70%) y eso que la arena del desierto está siendo una prueba de fuego para el prestigio de la ingeniería española en alta velocidad. Esperemos que la reconciliación llegue también dentro del consorcio español, entre sus socios, y que las aguas se calmen. Recuerden que se desató una 'guerra civil' entre las empresas públicas y las privadas, pues estas últimas no quieren 'pagar los platos rotos' de Renfe y Adif. Cristina Martín cristina@hispanidad.com