• El multinacional quiere probar el rendimiento de sus trabajadores con este horario (y extenderlo si tiene éxito).
  • Pone la mejor cara: ha sido acusada de maltratar a sus empleados y dice ahora que la jornada reducida favorece la conciliación laboral.
  • De momento, ofrece esa posibilidad a un grupo reducido de trabajadores y directivos.
Amazon tiene más de 230.000 trabajadores repartidos por el mundo, un 75% más que en 2011. El incremento de su masa laboral en los últimos años, ya ven, es tremendo. Por eso un eventual cambio en su política de contratación puede servir de modelo para otras multinacionales (además del alcance que tendría entre su propia plantilla). El gigante de e-commerce está ultimando un proyecto piloto por el que un grupo reducido de trabajadores de distintos departamentos -incluso directivos- podrá acogerse a una jornada de trabajo de treinta horas semanales, a cambio, claro, de una reducción del 25% de su salario, según The Washington Post. La primera tanda será sólo de doce personas. La empresa quiere probar el rendimiento de sus trabajadores con este horario. Este grupo trabajará de lunes a jueves de 10.00 a 14.00. El resto de horas adicionales podrá elegirlas cada empleado. La compañía concederá beneficios laborales a los empleados que se sometan al experimento. Amazon cree que una jornada más reducida favorece la conciliación laboral y reduce la brecha salarial dentro de la empresa, pero no perjudica el rendimiento: "Queremos crear un ambiente de trabajo adaptado a un horario reducido que aún así promueva el éxito y el crecimiento profesional", ha dicho satisfecho su fundador Jeff Bezos. Pero esto lo dice una empresa, ojo, que ha sido acusada de maltratar a sus trabajadores, algo que negó el propio Bezos. Sea como fuere, explica también esta viraje en su estrategia el aumento de la automatización de sus procesos (y, en consecuencia, la menor necesidad de mano de obra). Daniel Esparza