Albert Rivera quiere ser presidente
Ciudadanos habla de una decena de encuestas que le dan ganador. No son tantas ni son las más importantes pero sí marcan tendencia. Así que don Albert Rivera, genio y figura, aprovechó el lunes de Pascua para lanza un mensaje sencillo: “Tenemos que prepararnos para gobernar”. Y la frase revela dos cosas: que se ha cansado de esperar y ahora quiere ser presidente del Gobierno y que, en efecto, si algo le falta a Cs es experiencia de Gobierno. Ni municipal ni autonómico, donde los comunistas de Podemos tiene más veteranía que la derecha pagana de Ciudadanos.
Al líder de Ciudadanos le entran las prisas: forzará elecciones anticipadas… sin que se note
Pero el aspirante Rivera lleva semanas entrevistándose con la gente de la gran empresa y asegura que todos le han prestado su apoyo. La verdad es que, hasta donde Hispanidad ha podido llegar, el mundo del dinero, hoy más troceado que cuando existía el CEC, y donde apenas empieza a entreverse el liderazgo de Ana Botín, más que apoyar a Albert Rivera le ha retirado su apoyo a Mariano Rajoy, del que ya no soporta su indolencia, su exasperante lentitud.
Y la táctica de Ciudadanos, ratificada el lunes en la cumbre del partido, es muy sencilla: nada de ruptura, sino reforma. Por ejemplo, que se aprueben los Presupuestos o, al menos, que Ciudadanos deje claro que se aprueban y con los cambios por ellos introducidos. Y eso sí, exagera aún más la corrupción, que en algunos casos no hace falta exagerar nada, en otros algo y en otros mucho. No lo duden: la corrupción será lo que jubile a Mariano Rajoy.
Reforma, no ruptura: apoyo a los Presupuestos pero retorciendo el asunto de la corrupción
Ahora bien, en el enemigo que tiene enfrente Rivera puede ser indolente pero con mucha, casi demasiada, experiencia. Rajoy representa a la derecha tibia, ni fría ni caliente, que sabe que Moncloa siempre constituye la mejor baza electoral. Y no: Rajoy no piensa adelantar elecciones. Sabe que la tendencia pro-Ciudadanos bien podría cambiar antes de 2020 y que dos años largos (hasta el 26 de junio de 2020, para ser exactos) resultan muy largos en política, lo suficiente como para que Rivera envejezca o el delfín se muera.
Y si no logra aprobar los presupuestos, los renovará. Y si le paralizan en el Congreso la culpa será -o se le podrá echar- a Pedro Sánchez, cuya estrategia es aún peor que la de Mariano: anda perdido entre inacciones y cabezonadas.
Y Rajoy está dispuesto a aguantar contra Rivera… y contra su propio partido
En cualquier caso, Rivera ya no disimula, quiere arramblar al PP y José María Aznar está dispuesto a ayudarle, mientras la ‘traición’ a Rajoy, en Moncloa y en Génova, continúa ganando adeptos.
Vamos, que pasando de la derecha tibia del PP a la derecha directamente pagana de Ciudadanos. Pues no sé yo si es un buen cambio.