Carlos Torres, Onur Genç, Josep Oliu y Jaime Guardiola
La cúpula del BBVA no cambiará tras su fusión, aún presunta, con Sabadell: Carlos Torres será el presidente ejecutivo y Onur Genç, el consejero delegado. Es lo lógico si tenemos en cuenta que el BBVA es siete veces el tamaño del Sabadell y su capitalización bursátil este lunes alcanza los 24.385 millones de euros frente a los 2.331 millones del Sabadell. Vamos, que no se puede hablar de fusión sino de compra del Sabadell por parte del BBVA.
Sea como fuere, la propuesta inicial de la entidad catalana incluía a Jaime Guardiola como consejero delegado del banco resultante. El actual CEO del Sabadell goza de un elevado prestigio dentro del sector y fue el factótum de la filial mexicana del BBVA en sus comienzos -actualmente aporta casi la mitad del negocio del grupo-. No en vano, Francisco González le echó porque sabía demasiado, algo que FG no podía consentir. Guardiola no fue el primero en comprobarlo ni tampoco el último.
Ahora bien, el acuerdo no cuenta con las bendiciones del BCE, no porque prefieran a Guardiola frente a Genç, sino porque no quieren presidentes ejecutivos. En Fráncfort aceptan, a lo sumo, presidentes al estilo Herrhausen -actualizado, claro está-, por ejemplo, siguiendo el esquema de Goirigolzarri y Gortázar en la fusión Caixabank-Bankia. Que Torres asuma todo el poder no gusta en Europa. Y también porque el vicepresdiente del BCE, el español Luis de Guindos, buscaba una fusión Santander-BBVA... a la que Carlos Torres ha respondido con una maniobra de distracción llamada Sabadell.
Lo que está claro es que la operación supondrá la retirada de Josep Oliu (73), que, eso sí, permanecerá unos años como miembro del consejo de administración. Guardiola también pasará a formar parte del Consejo, pero su papel durante la transición será clave. Torres le necesita para que sea el puente de unión con los directivos del Sabadell que, por cierto, le tienen en gran estima. Y Guardiola también es clave para desactivar la filial británica TSB, que tantos problemas ha ocasionado al banco catalán.
¿Y si la imputación de BBVA en el Caso Villarejo arrastrara a Carlos Torres? Pues nadie lo sabe.