La activista pro vida canadiense Mary Wagner, encarcelada por defender la vida de los niños
Después de una odisea legal de ocho años, el caso de la activista pro-vida canadiense Mary Wagner ha llegado a la Corte Suprema de su país, después de haber pasado casi seis años en la cárcel por sus intentos pacíficos de salvar del aborto provocado a madres y sus hijos por nacer, recoge Infocatólica de LifeSiteNews.
Wagner ha pasado casi seis años en la cárcel por sus intentos pacíficos de salvar a las madres y a sus hijos por nacer de la violencia del aborto y se enfenta a la Sección 223 del Código Penal de Canadá. Esa sección establece que «Un niño se convierte en un ser humano en el sentido de la Ley cuando ha salido completamente, en estado de vida, del cuerpo de su madre».
Su abogado, el Dr. Charles Lugosi, sostiene que esta sección viola la garantía de la Sección 7 de la Carta Canadiense de Derechos y Libertades del derecho de un individuo a la «vida, libertad y seguridad de la persona», así como la garantía de la Sección 15 de la Carta, que afirma que «Todo individuo es igual ante la ley y ante la ley y tiene derecho a igual protección e igual beneficio de la ley», añade Infocatólica.
El caso de Mary Wagner se remonta a su juicio de 2013 por agitación, cargo que surgió de su arresto el 15 de agosto de 2012 en una Clínica de Atención a la Mujer, donde ofrecía a las madres que estaban en la sala de espera rosas y apoyo si elegían elegir la vida para sus bebés por nacer.
Ofrecía a las madres que estaban en la sala de espera rosas y apoyo si elegían elegir la vida para sus bebés por nacer
Sin embargo, el juez Fergus O'Donnell desestimó los argumentos de su defensa y declaró culpable a Wagner, liberándola de la cárcel en junio de 2014 después de 22 meses tras las rejas, explica Infocatólica.
En diciembre de 2016, el Tribunal Superior de Ontario confirmó el fallo de O'Donnell, y en septiembre de 2020, el Tribunal de Apelaciones de Ontario se negó a escuchar el caso.
Eso, sin embargo, abrió el camino a una apelación ante la Corte Suprema de Canadá, que tiene la facultad discrecional de acceder a escuchar casos sobre cuestiones de «importancia nacional».
Sin lugar a dudas, el aborto es un tema de importancia nacional, por lo que el caso «merece autorización para apelar» ante la Corte Suprema, dijo Lugosi a LifeSiteNews en una entrevista anterior.
La defensora pro-vida Mary Wagner pide ahora oraciones y apoyo financiero para seguir con su proceso judicial contra la ley canadiense que niega que el niño en el útero sea un ser humano.