- El presidente de la ingeniería quiere controlar personalmente la salida de Abengoa de la yieldco.
- Sustituye a uno de los tres consejeros de la ingeniería andaluza, que pasará a dos y a uno con las ventas.
- La nueva jugada de Urquijo responde a un interés de lograr el mejor precio de la venta del 16,5% que retiene.
Gonzalo Urquijo, presidente de
Abengoa, quiere conocer y controlar de primera mano la salida de la ingeniería andaluza de su filial,
Atlantica Yield. Por esa razón se incorpora al Consejo de Administración de la
yieldco en sustitución de la consejera
María José Esteruelas, uno de los consejeros
heredados, como quien dice, de la etapa anterior al nombramiento como presidente y con un nuevo consejo, posterior a la firma de
proceso de reestructuración y la
homologación judicial que evitó el concurso de acreedores.
Es una nueva
jugada, por tanto, de
Urquijo, tras cerrar el acuerdo con
Atlantica Yield -
a cambio de 120 millones de dólares (unos 102 millones de euros)-, para cumplir con una de las condiciones del
Departamento de Energía de EEUU (DOE) para autorizar la
venta del 25% (por 607 millones de dólares, es decir, unos 515 millones de euros), de la filial a los canadienses de
Algonquin Power.
Con el 41,5% de
Abengoa en Atlantica, los consejeros eran tres, han pasado a dos, tras esa venta del 25%, y quedarán en uno, el propio Urquijo, con la venta del 16,5% restante, también a Algonquin, que ya firmó la correspondiente la
opción de compra.
La operación, en cualquier caso, es clave para el saneamiento financiero de
Abengoa, del mismo modo, por esa misma razón, que el objetivo es lograr el mejor precio. Se trata de eso, en fin, con la
supervisión del presidente.
Todo eso se añade a la propia evolución del grupo, que espera mejorar con
ingresos, no ventas, sin perder de vista la importante desinversión en el
Tercer Tren de México, la segunda joya para culminar el plan de reestructuración.
Rafael Esparza