Según el CIS –sí, el de Tezanos- en 1977, cuando se fecha la llegada de la democracia a España, el 50% de la población era católica practicante. Hoy, la cifra de los españoles que acuden a misa alguna vez al mes, es del 15%.

Ojo, es cierto que el 69% de los españoles se siguen considerando católicos, pero cuando Franco murió todas las parejas se casaban por la Iglesia mientras ahora lo hace el 41%.

Más, el número de sacerdotes cayó durante la última década de 51.000 a 31.000, mientras el número de religiosos pasaba de 20.000 a 17.000. Mejor no hablar de la edad media de sacerdotes y de las nuevas vocaciones: basta con contemplar los seminarios vacíos y las trabajos e instituciones de órdenes religiosas cerradas por falta de personal, o recorrer el mundo rural para contemplar lo difícil que es acudir a misa, no ya a diario, sino en los días de precepto.

​La falta de vocaciones sacerdotales comienza a resultar dramática

Faltan curas hasta para morir y corremos el riesgo, como decía un jesuita de avanzada edad, que vive en un asilo de jesuitas: corréis el riesgo de morir como perros, alejados de todo auxilio espiritualEsperemos que no estemos viviendo también como perros, voluntariamente alejados… de todo auxilio espiritual.

15 de agosto: Fiesta de la Asunción de María. De Virgen a Virgen, de Nuestra Señora del Carmelo (16 de julio) a la “Virgen de agosto” que no es otra cosa que la Asunción de María, ha pasado un mes, en el que se celebran el mayor número de fiestas patronales de España. Quiero decir que la recristianización de España deberá venir por resucitar el amor a María, que es amor recio, muy español. San Juan Pablo II calificaba a España como “la tierra de María” y recordaba siempre que la Iglesia es más mariana que petrina, más de María que de Pedro.

Dedico buena parte del verano a deambular por España y he podido comprobar que, en medio de una ignorancia casi total sobre la historia y la doctrina de la Iglesias, los españoles saben más de María que de Cristo. Y créanme, aunque suene raro, aunque suene a Mariolatría, no me preocupa nada.

En definitiva, la recristianización de España vendrá por la revitalización de la devoción a Santa María. No veo otro camino.