Por fin hay una sentencia -recurrible claro y parcial, pero sentencia- sobre el caso de los ERE. El elenco de penas de cárcel e inhabilitación es tan amplio que afecta a los distintos estamentos de altos cagos socialistas tanto en el Gobierno central como en la Junta de Andalucía.

Lo primero que hay que aclarar es que los jueces no han condenado a un gobierno, sino a un partido: al PSOE.

Es más, se trata de corrupción ‘de izquierdas’ la que se dirime, la que se sustancia, no con empresas privadas, sino con el presupuesto público

Han vetado una gestión pública basada en el derroche y el latrocinio. Porque los eres no han cuajado en puertas giratorias con compañías privadas, sino en el seno de la propia administración; políticos que derrochaban y/o metían la mano en la caja pública.

Por decirlo así, se trata de una corrupción ‘de izquierdas’ la que se dirime, la que se sustancia, no con empresas privadas, sino con el presupuesto público.

Así que ya lo saben: cuando oigan hablar de las bondades del dinero público, pálpense la cartera.  Dinero público no es el dinero que es de todos, sino el dinero privado, el nuestro, que los políticos utilizan como si fuera suyo, aprovechando que es el dinero de todos, que repite la izquierda, significa que no es el dinero de nadie. Bueno, sí, de los más inmorales. En este caso, inmoralidad de izquierdas, del PSOE.

Ya lo saben: cuando oigan hablar de las bondades del dinero público, pálpense la cartera

Ahora lo más divertido será contemplar cómo Pedro Sánchez se distancia de ellos. Y por cierto, tiene ministros llegados desde Andalucía. Por ejemplo, la titular de Hacienda María Jesús Montero