Es el teniente general Francisco Gan Pampols. Parlamento corto pero cuán interesante. Viene a repetir la vieja máxima de que si quieres la paz debes preparar la guerra.

La disuasión consiste, sobe todo en la cultura árabe, en acongojar al enemigo: allá tú, muchacho, pero como te pases estas pueden ser las consecuencias. 

No es posible dejar de pensar en Marruecos porque, como ha dicho la ministra de Defensa, en el descolorido Día de las Fuerzas Armadas, lo de Marruecos es un chantaje en toda regla y no se puede -esta mujer debe leer Hispanidad- utilizar a los menores como carne de cañón. Para los árabes la guerra es una cuestión de familia, algo que significa justo eso que están ustedes pensando: que son unos cobarde.

Pero no menos cobarde ha sido la reacción de los dos políticos españoles del momento: Pedro Sánchez y Pablo Casado.

Lo que nuestro general de Brigada habla en teoría porque no le está permitido hablar con nombre propio, es que, a día de hoy, Ceuta y Melilla carecen de una defensa adecuada ante un posible ataque marroquí.

Urge militarizar ambas ciudades, abastecerlas desde la península, reducir el número de magrebíes entre las tropas regulares -porque acabarán traicionando a España-  mientras se construyen, mejor en ambas plazas, bases aeronovales (lo cual conllevaría un aeropuerto para Ceuta). Y los marroquíes que ya residen en Ceuta y Melilla (verdadera invasión silenciosa de las dos plazas africanas) fuera a la menor oportunidad.

Lo mejor: cerrar las fronteras entre Ceuta y Melilla con el reino marroquí y abastecer a ambas plazas desde la península.

Porque, por el momento, España no ha 'disuadido' a Marruecos. Y ya saben: "Os dieron a elegir entre el deshonor y la guerra. Elegisteis el deshonor y tendréis la guerra".