Hay noticias que aseguran que en nuestro país estamos dejando morir a los ancianos con coronavirus, precisamente porque son ancianos, y noticias que lo desmienten, incluso, con ejemplos concretos de ancianos que salen de la UCI, recuperados del COVID-19.

Sea lo que fuere, en España no podemos dejar morir a los más mayores porque sean más mayores y tengan, en principio, menos esperanza de vida que un joven. Nuestro país no es Holanda, donde sí discriminan a los ancianos, a los que directamente envían a casa a morir bajo un doble argumento: evitar colapsar el sistema sanitario y reducir los contagios entre los profesionales. Brutal, porque se puede -y se debe- evitar el colapso del sistema y reducir los contagios sin tener que matar a nadie.

La vida de un anciano enfermo vale exactamente lo mismo que la vida del joven más sano.

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