Una Cristina Fernández que siempre se negó al aborto ha dado paso a un presidente, Alberto Fernández, que ha hecho del aborto su bandera. Curioso: Alberto fue su director de Gabinete y nunca reclamó el aborto. Cristina siempre defendió la vida del no nacido pero ahora es vicepresidenta (para tener más impunidad).

El justicialismo siempre ha tenido algo de demagogo o, como se dice ahora, populista, pero respetaba la fe cristiana de los argentinos y una serie de valores como, por ejemplo, el derecho a la vida desde la concepción hasta la muerte natural.

Los Kirchner ya introdujeron alguna cuña, pero Cristina Fernández, en mitad de sus locuras y de su gusto por el dinero y el lujo, lo cierto es que siempre defendió la vida.

Luego vino Macri, un capitalista traidor a la defensa del derecho a la vida, que se empeñó en incluir el aborto, como fiel lacayo del Nuevo Orden Mundial (NOM).  

Vamos, que Argentina está cambiando… a peor: el peronismo -sector progre- se adueña de Argentina… hasta la próxima crisis económica. Que de peronistas hablamos.