El Santander no sólo no piensa en salir del Reino Unido, sino que está convencido de que el mercado financiero británico crecerá tras el Brexit
El Brexit ya es una realidad, después de que Boris Johnson firmara el documento de 1.246 páginas en la tarde del miércoles. Un texto que ese mismo día por la mañana rubricaron la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, y el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel.
No se preocupen, no les voy a aburrir con el Brexit, del que se ha escrito tanto y que salió adelante en aquel referéndum del 23 de junio de 2016 con sólo el 51,9% de los votos. Una locura que ha afectado, entre otras, a la filial del Santander en la isla.
Y, por si fuera poco, a esa incertidumbre se añadió la crisis económica provocada por el coronavirus y que provocó la caída del 62% del beneficio de los nueve primeros meses (318 millones de euros), después de aumentar las dotaciones un 295% respecto al mes de septiembre de 2019, hasta los 619 millones. Santander UK fue la plaza que más sufrió, entre las grandes, del banco que preside Ana Botín.
No importa. La apuesta del primer banco español por el negocio en el Reino Unido continúa intacta. Es más, en Boadilla del Monte consideran que, una vez superado el primer impacto del Brexit, el mercado financiero de la isla resurgirá con más fuerza que antes y permitirá un fuerte crecimiento de la que es actualmente la quinta entidad del país.
Todo con permiso del Covid, naturalmente.