La secretaria general de Podemos y ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, ha asegurado que los morados no conocían que el presidente del Gobierno y líder del PSOE, Pedro Sánchez, iba a anunciar que el Consejo de Ministros aprobará la movilización de 50.000 viviendas de la Sareb para alquiler asequible: “A mí la verdad me da lo mismo si es por electoralismo o si es por otro motivo, pero lo fundamental es que de una vez por todas, después de toda la legislatura negociando, tenemos ley de vivienda y esa movilización de las viviendas de la Sareb", afirmaba Belarra.

"La vivienda es un derecho constitucional, pero no un derecho real", ha afirmado Sánchez durante su intervención en la conferencia municipalista de su partido en Valencia. "Si aumentamos la oferta no con más vivienda libre, sino pública, servirá para amortiguar y controlar de mejor manera la evolución del precio", ha agregado en lo que ha convertido en un mitin de campaña. 

Pese al anuncio de ley de vivienda comunista y sus ya incontables medidas populistas y cheques compravotos, Sánchez sigue sin remontar en las encuestas. Por lo que desde Moncloa apuestan por resucitar la vivienda pública. La intención es pasar del 3% actual al 20% de vivienda pública, y para conseguirlo han decidido usar a la Sareb, el banco malo herencia de Rajoy que diría Nadia Calviño y del que el 50,14% pertenece al Estado, a través del FROB. 

La medida se ha tachado de populista y en efecto lo es, Pedro Sánchez lleva siendo presidente del Gobierno desde junio del 2018, pero no ha sido hasta abril del 2023, a un mes de las elecciones municipales y regionales y a un año de las generales, cuando ha anunciado esta medida. De las 50.000 viviendas que nuestro gran líder ha anunciado que pondrá en alquiler social, serán 21.000 para Comunidades Autónomas, 14.000 ya están habitadas y 15.000 que se construirán en suelo propiedad de la Sareb.

Pero ya no es sólo que algunas ya estén habitadas y otras ni construidas, sino que sólo 15.000 están en capitales de provincia, dejando casi el 70% en provincias pequeñas, y si hablamos de las que están en las famosas tensionadas en las que los precios del alquiler son muy altos, el número sigue bajando. Por lo que la medida queda muy bien pero el impacto se prevé que sea muy limitado. 

La Sareb fue una mala idea y sólo ha servido para dos cosas: socializar las pérdidas de la crisis financiera-inmobiliaria de 2008 y agrandar el ya enorme déficit público. Y esta medida sirve para dos cosas: por un lado, para que Sánchez se ponga una 'medalla social' en plena campaña electoral, y por otro para camuflar los desastrosos resultados que la Sareb acumula, destinando inmuebles para vivienda social, que finalmente pagaremos los contribuyentes, como ya estamos haciendo.