Una pregunta. Si los resultados de 2022 han sido espectaculares, ¿por qué Bankinter aburre al mercado? Su evolución en bolsa desde primeros de año no es todo lo risueña que resultaba en un pasado bien reciente. 

Es más, en la junta de accionistas celebrada en la mañana del jueves 23 de marzo, en Madrid, tanto el presidente Pedro Guerrero como la Ceo, Dolores Dancausa, ofrecieron dos discursos triunfalistas pero, al mismo tiempo, la bolsa les imponía un correctivo, al sector bancario en general y a Bankinter en particular. Al finalizar la sesión el IBEX bajaba un 0,44% mientras Bankinter lo hacía en un 2,94%. Sí, la banca fue el peor sector de todos pero, esta vez, como viene ocurriendo desde que comenzara el año 2023, resulta que Bankinter no es el único banco no-afectado".

Abandonado cualquier proyecto de fusión con el Santander, o sea, la fusión de las dos ramas de la familia Botín, los directivos de Bankinter se preguntan: ¿Y ahora qué?   

Por cierto, Línea Directa Aseguradora, la filial que durante años ha salvado las cuentas, al menos mientras la matriz se asentaba en su segmento de negocio, ya no es la que era. Parece que la aseguradora ha tocado techo y si el banco de Jaime Botín pretende más reducciones la operación no le saldría bien. 

Pero, insisto, la puesta en escena fue triunfalista: Bankinter Portugal, beneficio de 78 millones de euros, un 54% más que un año antes. Irlanda y Luxemburgo (ese casi-paraíso fiscal dentro de la UE) van de cine con las hipotecas y la gestión de activos y Evo Banco es el no va más como banco digital para gente joven. 

Vamos, que todo va bien. La mora es del 2,1%, la entidad con menos morosidad, asegura la ceo Dancausa, de toda la banca cotizada. Cierto, la Banca March, no cotiza... pero tiene menos mora que Bankinter.

Bankinter imita a Banca March. Ya habla de banca patrimonial, no privada: compartir inversión y riesgo con los clientes. Pero Juan March quiere ser el mejor banco, Alfonso Botín, además, quiere ser un banco grande

Y hablando de March: Bankinter imita a March y ahora habla de banca patrimonial, aquellos proyectos donde el banco asume un riesgo junto a su cliente. Y también potencia una infraestructura tecnológica  que pone a disposición del inversor.  

Y todo eso está muy bien y resulta pertinente recordarlo. Claro que sí. Pero hay una diferencia entre Jaime Botín Ríos y Juan March de la Lastra: éste no quiere ser un banco grande sino el mejor banco, mientras Jaime Botín, a fin de cuentas un Botín, quiere ambas cosas. Y su hijo, Alfonso Botín vicepresidente de Bankinter y heredero, pues lo mismo. A los March no les gusta el proscenio, a los Botín sí.

Ahí radica el problema. Hasta que Jaime Botín dejó las riendas -y esto ha pasado hace dos días, no hace dos años- era posible pensar en la reunificación de las dos ramas de la familia Botín, la del Santander y la de Bankinter, la de Emilio y la de Jaime Botín. Ahora no.

Ana Botín sólo está dispuesta a absorber a Bankinter "sin bicho", como alguien dijo en Boadilla del Monte, provincia de Madrid. 

A los March nunca les ha gustado el proscenio, a los Botín sí

Así pues, ¿qué ocurre en Bankinter? Por de pronto, que Dancausa no acepta a Alfonso Botín como aceptó a su padre, el retirado Jaime Botín. Es una mera cuestión de edad. Y luego, lo ya apuntado: que Ana Botín sólo aceptará una absorción pura y dura de Bankinter, "sin bicho". Lógico que ni Alfonso Botín se lo plantee ni el agrade a Dolores Dancausa, que tendría que marcharse a la jubilación.

Ahora bien, abandonado cualquier proyecto de fusión con el Santander, o sea, la fusión de las dos ramas de la familia Botín, los directivos de Bankinter se preguntan: ¿Y ahora qué? Sí, hemos triunfado pero, ¿qué hacemos con el triunfo? ¿Continuar siendo el mejor de los grandes y el primero de los medianos? No parece una idea llamada a contar con muchos forofos.