Las compañías eléctricas no son hermanitas de los pobres, se lo aseguro, pero desarrollan las prioridades que marca el gobierno. Si no, se hunden
Las compañías eléctricas no son hermanas de la caridad pero la causa del desorbitado precio de la energía en el momento presente está en la ecología de un Gobierno Sánchez de lo más sostenible y verde, muy verde.
Es más la mayor mentira que estamos escuchando estos días, sobre en boca de la vicepresidente Teresa Ribera, es que las renovables son las energías más baratas: han sido y aún sigue siendo la más caras de todas.
¿Caceroladas frente a las eléctricas? ¡Hay que tener jeta! Caceroladas ante Moncloa y ante la vicepresidente Ribera, primera culpable de la precio de la luz.
Ciertamente, la espoleta desde hace mes y medios ha sido el precio del gas, pero también en el precio del gas subyace el disparatado nuevo mercado de derechos de emisión, que creará un nuevo déficit de tarifa que pagaremos entre todos durante los próximo años.
Hasta aquí las mentiras.
Sin embargo, la mayor negligencia del Ejecutivo Sánchez en materia energética ha consistido en el cierra anticipado de las centrales nucleares… que apena contribuyen al cambio climático y constituyen la energía más intensiva, más básica y más barata, sólo superada por las hidroeléctricas, que depende de la cantidad disponible de agua.
La mayor mentira que estamos escuchando es esa de que las renovables son las energías más baratas: han sido, y aún siguen siendo, las más caras de todas
En definitiva, la luz sube porque nos hemos vuelto estúpidamente verdes. Las compañías eléctricas no son hermanitas de los pobres, se lo aseguro, pero desarrollan las prioridades que marca el gobierno. Si no, se hunden.