José Luis Escrivá se atora cuando tiene que hablar sobre fomentar la natalidad
El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones sabe mucho de muchas cosas -seguro-, pero se bloquea cuando le preguntan sobre cómo fomentar la natalidad. Y es una lástima porque el hecho de que no nazcan niños en España es uno de los mayores problemas de nuestro país -por no decir el más importante- y es, al mismo tiempo, una de las medidas que debería tomar el Gobierno para garantizar la sostenibilidad del sistema público de pensiones a lago plazo.
Si quieren saber a qué nos estamos refiriendo vean el vídeo del desayuno informativo organizado este lunes por Nueva Economía Forum, a partir del minuto 58:18. Escrivá contestó a todas las cuestiones -pensiones, SMI, autónomos…- con soltura, pero titubeó cuando tuvo que responder sobre cómo fomentar la natalidad.
Para empezar, el hecho de que las mujeres españolas tengan pocos hijos “tiene que ver con la precariedad”, según Escrivá. El ministro, al menos, reconoció que queda mucho trabajo por delante. “Probablemente hagan falta más ayudas a la natalidad”, afirmó durante el desayuno. Y ahora viene lo mejor. Para fomentarla, Escrivá abogó por fomentar las ayudas al acceso a la vivienda -alquiler social, por ejemplo- y por hacer obligatoria la escolarización de cero a tres años y que las guarderías sean gratuitas. Ni rastro del salario maternal.
Otra reforma pendiente, pero cuyo proceso está "muy avanzado", es la del régimen de autónomos. Cotizarán según sus ingresos reales, lo que traducido significa que pagarán más a la Seguridad Social, pero no percibirán ninguna cobertura adicional a las actuales, que son cero o próximas a cero. Tras la reforma, dos tercios de los autónomos cotizarán por debajo de lo que cotizan actualmente, justificó Escrivá. Claro, son los que no cobran prácticamente nada y dejan de ser autónomos en cuanto pueden. Los demás, vayan preparando la cartera.
Pocas horas después del encuentro, mitad telemático mitad presencial, el Gobierno anunció un principio de acuerdo con los agentes sociales para reformar las pensiones. Nada nuevo que no anunciaran la pasada semana los líderes de CCOO y UGT: se deroga el factor de sostenibilidad al tiempo que se aprueba la revalorización de las pensiones contributivas en función del IPC, y se toman medidas para acercar la edad legal de jubilación (ahora en los 66) con la edad real, actualmente en los 64,6 años, mediante incentivos al retraso de la jubilación y sanciones a las jubilaciones anticipadas. ¿Alargar la jubilación hasta los 70? En 2027, la edad de jubilación será 67 años, una edad "razonable" y "perfectamente asumible", según el ministro.
¿Contribuye esta reforma a la sostenibilidad del sistema? De ninguna de las maneras. No es ni siquiera un parche, porque revalorizar las pensiones según el IPC es un suicidio que disparará todavía más el gasto mensual en pensiones, actualmente superior a los 10.000 millones de euros. Los 70.000 millones de los fondos europeos no dan ni para un año de pensiones.
Una de las soluciones a largo plazo es fomentar la natalidad, pero Escrivá no sabe hacerlo. O no quiere.