Manuel Menéndez quiere ser el primer ejecutivo de la entidad resultante de la fusión con Unicaja
Si todo va bien, la fusión Unicaja-Liberbank podría concretarse durante el primer trimestre de 2021. Los asesores externos ya están trabajando para que se cumpla. Mediobanca y Uría y Menéndez por parte de Unicaja, y Deutsche Bank y Ramón y Cajal, por la de Liberbank, además, son los mismos que asesoraron a ambas entidades la vez anterior.
La fusión, sin embargo, no sólo no está hecha, sino que podría encallar nuevamente. Y si el primer intento fracasó por las elevadas exigencias de Liberbank en la ecuación de canje -comenzó en el 50/50 para terminar en el 53/47, que tampoco aceptó Unicaja-, esta vez podría irse al traste porque el consejero delegado de la entidad asturiana, Manuel Menéndez, quiere ser el primer ejecutivo del banco resultante a pesar de que Liberbank es más pequeño, menos rentable y tiene más necesidad de matrimonio que Unicaja.
Y cuidado, porque la ecuación de canje también ha vuelto a escena. Ya no hablamos del 53/47, pero tampoco del 60/40 que marcó la due diligence anterior.
Las espadas están en todo lo alto.
Cobro de comisones sí, pero sin pasarse. ¿Hacia una tasa por ‘información verbalizada’?
Hace unos años, en el Banco de España se recibió la petición de un banco para cobrar una tasa por ‘información verbalizada’. El BdE no la autorizó, naturalmente. ¿Se imaginan?
- Oiga, por favor, ¿me podría decir cuánto dinero tengo en la cuenta?
- Por supuesto, pero le costará dos euros.
Los bancos no han llegado a ese extremo, pero todo se andará. De momento, el BBVA ha anunciado que a partir del 1 de enero cobrará dos euros por retirar efectivo en ventanilla si es un importe igual o inferior a 2.000 euros. Si es superior, no cobrará nada.
Está bien que los bancos cobren por los servicios que prestan, pero, ¿no nos estaremos pasando?