"El que no quiera trabajar, que tampoco coma”, decía San Pablo. Pero no era el único. Habla Fabien Roussel, secretario general del Partido Comunista Francés al Periódico Le Figaro, y lo que nos viene a decir es que no le gustan las limosnas. Que ser de izquierdas no consiste en repartir el dinero de los demás, como un Pedro Sánchez cualquiera, con ingresos mínimos vitales y otras prebendas que degradan al hombre. Dice que lo que hay que ofrecer es un trabajo que permita a quien lo suda vivir con dignidad. Salarios justos sí, limosnas estatales no. 

Y si, como excepción, los demás me financian el sustento, yo tengo que hacer algo por los demás

Y es que nuestro Sánchez, tan sensible a las necesidades de los españoles no duda en repartir limosnas pero, ojo, con el dinero de los demás. Si el Gobierno quiere ayudar a los menesterosos que cree empleo, aunque deba hacerlo directamente.

Los subsidios públicos siempre se otorgan con el dinero de los demás ciudadanos, así que el Gobierno no debe presumir

Puede que en alguna ocasión haya que ofrecer un subsidio público a quien se encuentra en situación extrema, siempre de forma transitoria. Pero en ese caso, que sea a cambio algo: plantar árboles, limpiar calles o ayudar a los ciudadanos. Si los demás me financian el sustento yo tengo que hacer algo por los demás, algo debo ofrecer a cambio.