Los grandes bancos de Estados Unidos temen que la economía empeore en los próximos trimestres y provoque un aumento significativo de la morosidad. Hablamos de Citigroup, Bank of America, Goldman Sachs y Wells Fargo, que han sacrificado su beneficio hasta septiembre y, salvo Wells Fargo, han aumentado sus provisiones para hacer frente a posibles impagos.

Brevemente: en los nueve primeros meses del año, Citigroup ganó un 11% menos y aumentó las provisiones un 33%, hasta los 7.516 millones de dólares; Bank of America redujo su beneficio un 13,3% mientras provisionó un 25% más, hasta los 1.542 millones de dólares, sólo en el tercer trimestre; Goldman Sachs fue el único que ganó más (59%), pero también fue el que más aumentó las provisiones, un 121%, hasta los 997 millones. Wells Fargo, por su parte, redujo su beneficio un 6,9% y también las provisiones (-21%), hasta los 938 millones de dólares, lo que quiere decir que las precauciones las tomó ya en 2023.

Viendo esto uno podría pensar que la economía norteamericana anda mal. Sin embargo, los últimos datos de empleo (septiembre) fueron mejores de lo esperado, con una caída del desempleo de una décima, hasta el 4,1%. La inflación, por su parte, se redujo en septiembre una décima, hasta el 2,4%, aunque la subyacente repuntó hasta el 3,3%, frente al 3,2% anterior.

No son malos datos y, sin embargo, los grandes bancos no se fían.

Mientras tanto, el presidente de la Autoridad Bancaria Europea (EBA), el español José Manuel Campa, advirtió al sector sobre la próxima reducción de su rentabilidad. Esto no es nuevo: en mayo, Christine Lagarde hizo otro ejercicio de optimismo y auguró que 2024 sería peor que 2023, para la banca.

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“Los bancos de la Unión Europea podrían haber alcanzado su punto máximo de rentabilidad en un entorno de cambiantes tipos de interés”, afirmó el presidente de la EBA esta semana, refiriéndose a la bajada de tipos emprendida por el BCE. Los riesgos que afronta el sector son muchos: “Turbulencias financieras, problemas económicos, fragmentación global y ciberguerra pueden perturbar en cualquier momento”, señaló Campa.

Los bancos españoles publicarán sus resultados trimestrales a partir de la próxima semana. Todo apunta a que serán muy buenos. Veremos si, como en EEUU, las entidades se cubren frente a un horizonte incierto de posibles impagos.