Mercadona está orgullosa de apoyar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas, que este año cumplen su octavo aniversario. El problema es que los ODS, en sus puntos 3 y 5 hablan de fomentar el aborto, esto es, el asesinato más cobarde de todos porque supone la aniquilación del ser humano más indefenso de todos, que ni siquiera puede apelar a la compasión porque no se le ve, está escondido en el seno de su madre.

Juan Roig cayó en la trampa al firmar, en 2011, el Pacto Mundial, la iniciativa utilizada por la ONU para promover sus objetivos a través de las empresas privadas. Desde 2015 son los ODS o lo que es lo mismo, la Agenda 2030 cuyas líneas fundamentales son la ideología de género -aborto incluido- y el cambio climático.

Mercadona ha ido evolucionando desde su adhesión en 2011, de tal manera que en la Memoria anual de 2019, la compañía le dedicó, por primera vez, dos páginas completas a los ODS, además de breves recordatorios a lo largo de todo el documento, como adelantó Hispanidad.

Ahora, en 2023, cuando se cumplen ocho años de la Agenda 2030, Mercadona lo celebra con un tuit muy revelador: “Mercadona forma parte del @PactoMundial desde 2011 y hoy celebramos el 8º aniversario de la Agenda 2030 y ondeamos los #ODSporBandera. ¡Seguimos trabajando para alcanzar un futuro más sostenible!”.

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Luego está la crítica de Vox, que hace bien en hacerlo, pero se equivoca al centrar el asunto en la amenaza que supone la Agenda 2030 al campo español y a la industria. Primero, porque Mercadona siempre ha cuidado mucho la procedencia nacional de sus productos y, luego y mucho más importante, porque apoyar los ODS supone, como hemos explicado, apoyar el aborto.

La empresa de Juan Roig nunca debió firmar el Pacto Mundial y tampoco ha debido celebrar los ocho años de los ODS. No son buenos para el futuro, ni de los españoles ni de nadie porque fomentan la cultura de la muerte.