
Esta semana se cumplió el décimo aniversario de la Junta Única de Resolución (JUR), el organismo que se cargó el Popular en junio de 2017 y se lo entregó al Santander en bandeja de plata, por un euro. “Es nuestro mayor éxito”, afirmó Dominique Laboureix, presidente del organismo y sucesor de la polémica y chulesca Elke König.
El Popular fue su mayor éxito porque en realidad ha sido su única resolución, ya que lo que hizo con Sberbank no es comparable. La filial europea del banco ruso -febrero 2022- fue intervenida tras la prohibición a los bancos rusos de utilizar el sistema de pagos mundial (Swift), por la guerra de Ucrania.
Lo del ‘Popu’ fue mucho peor y, por supuesto, mucho más injusto e injustificado, porque se trataba de un banco completamente solvente con un valor en bolsa, la noche de autos, de 1.300 millones de euros -a pesar de Emilio Saracho- y con patrimonio, según los peritos del Banco de España designados por el juez, de 11.000 millones de euros.
Aquella resolución “se llevó a cabo con sólidas bases legales”, afirmó Luis de Guindos durante la triste celebración de la JUR, según recoge Expansión. Eso lo dice el actual número dos del BCE que por aquel entonces era ministro de Economía de España que, siendo todavía ministro, aseguró a Hispanidad que el Popular era un banco solvente, según los dos supervisores bancarios, el BCE y el BdE.
¿Entonces, por qué se intervino? Porque se trató de un simulacro del nuevo mecanismo de resolución, pero con fuego real, y el país que se prestó a ello, y con gran entusiasmo, fue España. Poco después, Guindos fue nombrado vicepresidente del BCE, pero eso no tiene nada que ver con el Popular. El caso es que, tras el banco español, la JUR lo intentó con Monte dei Paschi di Siena y los italianos lo rechazaron sin miramientos y lo solucionaron por su cuenta.
Asimismo, tiene guasa que Guindos afirme ahora que la resolución se llevó a cabo con “sólidas bases legales” cuando, en realidad, el proceso mismo estuvo envuelto en múltiples polémicas, algunas incomprensibles. Por ejemplo: ¿Por qué un acto administrativo público, como fue la intervención, se declaró secreto? Así se lo preguntó Isabel Estapé, economista, notario y consejera en distintas sociedades del entorno Caixa, a Guindos, en mayo de 2024, como les contamos en Hispanidad. Guindos no supo responder más que con una tautología: “Si la Comisión decidió intervenir sería que era lo mejor para los accionistas”. Y se quedó tan ancho.
Si después de diez años, el Popular es el gran éxito de la JUR -y el único-, lo mejor sería disolver el organismo cuanto antes. Como eso no creo que vaya a suceder, en una Europa hiper burocratizada, pedimos que, al menos, no nos tomen por idiotas.
¿Una fusión Santander – JP Morgan Chase?
Cambiando de tema radicalmente, nos referimos a la conversación en tono distendido entre Ana Botín y Jamie Dimon, durante una jornada financiera, en Washington, también esta pasada semana.
-“Tenéis que invertir en Europa”, le dijo Ana Botín al CEO de JP Morgan.
-“Estamos mirando bancos en Europa”, respondió Dimon, en tono de broma.
-“No estoy sugiriendo una opa hostil”, aseguró Botín, siguiendo la broma, aunque “siempre estoy dispuesta a negociar”, dijo entre risas.
Está claro que ninguno de los dos iba en serio, pero puestos a elucubrar, la unión de ambas entidades no sería una fusión entre iguales: el valor en bolsa de JP Morgan Chase asciende a 820.000 millones de dólares (unos 704.000 millones de euros), frente a los 125.000 millones del Santander.
Ana, ten cuidado, que como Dimon se lo tome en serio…











