De una pequeña empresa dedicada a los videojuegos a un gigante de la inteligencia artificial (IA).

Hablamos de Nvidia. La compañía nació con un capital inicial de 40,000 dólares. Al principio no tenía nombre y los socios fundadores llamaban a todos sus archivos NV, es decir, next version (próxima versión). Finalmente buscaron una palabra que contuviera esas dos letras y dieron con el término latino invidia. Lo fusionaron y… ‘voilá’, acababa de nacer la que sería la ‘sturtup del billón de dólares’ gracias a IA.

Fundada por Jensen Huang, Chris Malachowsky y Curtis Priem, Huang es su cara visible, pero… no debemos confundirnos porque Huang no es uno de esos gurús que deja frases para enmarcar cada vez que presenta uno de sus productos.

Jensen dicen de sí mismo que aún queda mucho de aquel chaval que era muy buen estudiante y siempre estaba concentrado y motivado. “Pero era muy introvertido. Era increíblemente tímido”, reconoce: “Me horrorizaba la idea de tener que hablar con la gente”.

Al parecer, lo que acabó con el caparazón que le impedía relacionarse con el mundo, no fue el master para directivos que cursó en Stanford, la prestigiosa universidad de Silicon Valley, sino servir mesas en una cafetería y también el tenis de mesa, deporte con el que llegó a competir en el Abierto de EEUU y lograr ser tercero en la categoría de dobles juveniles.

“Soy intensamente competitivo y, cuando era adolescente, era capaz de lograr cosas sobrehumanas”. “… Pero me di cuenta de que ahora solo soy humano. Fue una gran decepción… Así que ahora hago lo que hace la gente normal. Voy al gimnasio”.

Y aunque en el gimnasio también se hacen amistades, Jensen supo desde un principio que para que le tomaran en serio los tótem empresariales de la Gran Manzana, tenía que hacerles saber que Nvidia forma parte de un sector factura más que el cine y la música juntas gracias al permanente desarrollo de nuevas tecnologías.

Solo hay que echar un vistazo a los números que acaba de presentar. Nvidia ha ganado 5.691 millones de euros en su segundo trimestre fiscal, es decir, de mayo a julio, nueve veces más que hace un año y el triple que en el trimestre anterior. Al mismo tiempo, los ingresos se han duplicado, alcanzando el nivel histórico de 12.428 millones.

Así que, este sesentón de chupa de cuero nacido en Taiwán, que a los cuatro años se mudó a Kentucky (EEUU) junto al resto de su familia, ha hecho algo más que cumplir con el estereotipo que entonces perseguía a los estudiantes asiático-estadounidenses.

¿Algún talón de Aquiles? Pues…según los expertos, el riesgo es que Nvidia acabe como Tesla que, tras un fulgurante ascenso, se unió al club de las megaempresas del billón de dólares para caer en la cuneta poco tiempo después.

De momento, la apuesta actual de Jensen Huang es democratizar la IA. Eliminar lo que impide a una persona sin conocimientos informáticos diseñar a la carta sus propios sistemas.

En la reciente presentación de productos que tuvo lugar en su país de origen, en Taipei concretamente, (Taiwán), dijo en este sentido: “Hemos cerrado la brecha digital. Todo el mundo es programador. Ahora, solo tienes que decirle al ordenador lo que quieres”.