En este caso ha sido la Comisión de Comercio Justo de Japón la que, como han hecho las autoridades de competencia de EEUU y la UE, ha iniciado una investigación al gigante tecnológico por prácticas monopolísticas, concretamente, por presuntamente pagar a los fabricantes de smartphones Android para no instalar un buscador diferente a Chrome.

Precisamente, ese fue el motivo por el que Bruselas multó a Google en 2018 con una sanción de 4.340 millones de euros, cantidad que aun siendo histórica no parece lo suficientemente disuasoria para el gigante tecnológico que también está siendo investigado en EEUU.

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A ver si entre todos ponen en vereda a esta empresa que en España, como en otros países, ha destrozado a la prensa. Primero, cogiendo las noticias de los medios, luego quitándoles la publicidad y luego, como guinda del pastel, censurando a los que critican el mensaje oficial imperante.