Galp vive un buen lunes en bolsa, donde su cotización sube más de un 2%. Es la forma en la que el mercado -y por ende, los inversores- celebra la mejora de previsiones anuales, a pesar de que han descendido los ingresos y beneficios en el primer semestre. Eso sí, la deuda también ha bajado... y eso siempre es una buena noticia.

La petrolera portuguesa ha presentado un mejor segundo trimestre que el primero en lo que a ganancia neta se refiere, al pasar de 192 millones de euros a 373 millones, y además, esta última cifra supera los 299 millones obtenidos entre abril y junio de 2024. La cifra de 373 millones supera la esperada, gracias al negocio de gas natural licuado (GNL) y al negocio de upstream (exploración y producción de petróleo), a pesar del abaratamiento del petróleo: hace un año estaba entre 83 y 85 dólares el barril de Brent y ahora está en unos 69.

 “El segundo trimestre de 2025 fue otro trimestre sólido para Galp, respaldado por un sólido desempeño operativo en todas sus áreas de negocio. En un panorama macroeconómico y geopolítico cada vez más incierto, superamos el período con resiliencia y enfoque, lo que se tradujo en una sólida generación de efectivo. Esto nos ha permitido seguir recompensando a nuestros accionistas, preservando al mismo tiempo una sólida base financiera”, han señalado Maria João Carioca y João Diogo Marques da Silva, los co-CEOs, que llevan las riendas desde que el pasado 8 de enero dimitiera Filipe Silva como primer ejecutivo por “razones familiares”, tras revelarse en la prensa lusa que la Comisión de Ética y Conducta de la petrolera investigaba una denuncia sobre conflicto de intereses por la presunta relación que mantenía con una directora de la compañía. 

Maria Joao Carioca y Joao Diogo Marques da Silva, coCEOs de Galp

Vayamos a las cifras del primer semestre. Galp ha visto reducirse sus ingresos un 9%, a 9.833 millones. Por su parte, el resultado bruto de explotación (ebitda) ajustado ha bajado un 16%, a 1.509 millones, pues la caída en upstream (-28%, a 788 millones) no ha podido ser compensada con los crecimientos en el negocio industrial (donde se incluyen las refinerías) y de midstream (transporte, almacenamiento y comercialización al por mayor), en el comercial y en el de renovables. Estos tres últimos negocios han aportado 539 millones (+2%), 163 millones (+15%) y 19 millones (+35%) al ebitda, respectivamente.

Por su parte, el resultado neto de explotación (ebit) ha descendido un 18%, a 1.159 millones. Y el beneficio neto ha disminuido un 9%, pasando de 624 millones a 565 millones; y según la norma contable IFRS 16, la cifra ha pasado de 737 millones a 677 millones, siendo un 8% menor.

El flujo de caja operativo ajustado ha caído un 19%, a 980 millones. algo que se entiende mejor si se ven las mayores inversiones netas en capex (de -61 millones a 305 millones) y el aumento de los dividendos pagados (+22%). Eso sí, al mismo tiempo, ha logrado reducir la deuda neta un 47%, de 2.664 a 1.415 millones, algo que es bastante loable al haberlo compaginado con el crecimiento de las inversiones.

Y de cara al futuro, no sólo ha elevado las previsiones anuales, por lo que estima que 2025 será mejor que 2024, cuando su resultado se vio penalizado por el crudo barato y la caída de los márgenes de refino, sino que espera encontrar un socio para desarrollar un prometedor descubrimiento que ha realizado en el mar de Namibia (el llamado Namibia PEL 83). 

Cabe recordar que el 55,1% del capital de Galp es free float, es decir, está en manos del mercado (entre los que hay diversos inversores institucionales, como el estadounidense Massachusetts Financial Services Company, que controla entre el 5% y el 10% de los derechos de voto). El resto del capital se distribuye entre: un 8,2% de Parpública (vehículo para las participaciones del Estado luso) y un 36,7% de Amorim Energia. Esta última compañía tiene su sede en Países Bajos y sus accionistas son dos empresas controladas por la familia portuguesa Amorim y otra que dirige Sonangol -la petrolera estatal de Angola-. 

Además, Galp está muy presente en España, donde cuenta con más de 600 estaciones de servicio, situándose en cuarta posición, tras Repsol, Moeve -antes Cepsa- y BP. Y también cuenta con renovables y comercializa electricidad.