Hablamos del mercado español, donde, tras la fusión-absorción de Bankia, Caixabank se ha consolidado como líder del mercado doméstico, con más de 20 millones de clientes y cerca de 625.000 millones de euros en activos.

Concretamente, el banco que dirige Gonzalo Gortázar domina el segmento de TPVs, donde tiene una cuota de mercado superior al 40%, frente al 18% del siguiente competidor. 22 puntos porcentuales que muestran la elevada presencia de Caixabank en el pequeño comercio.

Similar es la diferencia en el sector de seguros de vida, donde ya gozaba de una gran ventaja gracias a VidaCaixa y ahora ha ampliado hasta tener una cuota mayor al 31%, frente al 10% de su más directo competidor. En pensiones, sin embargo, el margen se estrecha: Caixabank tiene una cuota del 33% frente al 20% del segundo.

Ahora bien, donde Caixabank marca realmente la diferencia es en el porcentaje de clientes que lo tienen como banco principal, esto es, por ejemplo, que tienen domiciliada la nómina o los principales recibos. Es este caso hablamos de una cuota de mercado superior al 35%, frente al 15% del primer competidor. Sin duda, un reflejo del éxito del modelo llevado a cabo por la red de Caixabank.

Y todo esto está muy bien, pero supone una reducción de la competencia bancaria en nuestro país. Efectivamente, actualmente hay menos competencia cuantitativa, hay menos bancos, pero no cualitativa. La competencia en el sector goza de muy buena salud a pesar de la concentración.

En cualquier caso, desde Caixabank insisten en que son el banco con la red de sucursales más capilarizada y con más presencia en la llamada España vaciada.