El oro toca nuevos máximos por encima de los 3.500 dólares. ¿Dónde tendrá el techo? De momento, no se sabe. Lo que sí conocemos es la causa que ha provocado esta nueva escala alcista: los aranceles, que se han convertido en el perejil de todas las salsas desde el pasado 2 de abril.
Gravámenes del 39% a los lingotes de un kilo y de 100 onzas importados desde Suiza. Cabe recordar que son los más habituales en el mercado de materias primas de Wall Street.
Si hablamos de los futuros, la escalada ha sido superior hasta alcanzar los 3.534 dólares.
De nada ha servido la visita de la presidenta suiza, Karin Keller-Sutter, a Washington para reunirse con el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, y negociar un acuerdo para evitar los aranceles del 39%.
Por cierto, Citi subía previsiones sobre el precio del oro a tres meses y lo situaba en los 3.500 dólares por onza desde los 3.300 dólares del pasado lunes 4 de agosto, debido a un deterioro de las perspectivas a corto plazo para el crecimiento y la inflación de Estados Unidos.
Los analistas de Citi tendrán que ponerse manos a la obra y hacer nuevos cálculos.
Al Ibex 35 no hay quien lo pare. Paso firme hacia los 15.000 puntos
El selectivo del mercado español se sitúa en niveles de 2008 y supera los 14.776 puntos. En lo que va de año se revaloriza un 26%. El Dax de la bolsa alemana lo hace en un 20%; el Cac40 parisino, apenas un 4%, y el FT100 de Londres, un 10%.
Ni la guerra comercial, ni la complicada situación geopolítica, ni tampoco las tensiones domésticas, pueden con la buena marcha del Ibex 35 que se ha visto impulsado por el sector bancario, también por las utilities, es decir, las empresas energéticas.
Si el selectivo lograra superar la cota de los 15.000, el consenso de Bloomberg estima un precio objetivo en los 15.398 puntos.
Decir que la Bolsa española, junto con la italiana (que se revaloriza un 22%), son las únicas del mercado europeo que todavía no han rescatado sus máximos históricos.
Trump considera al CEO de Intel “altamente conflictivo” y pide su dimisión
Y considera así a Lip-Bu Tan debido a su vinculación con empresas chinas. “El consejero delegado de Intel se encuentra en una situación muy CONFLICTIVA y debe dimitir de inmediato”, decía concisamente Donald Trump en sla red social TruthSocial.
Tan acaba de asumir el cargo, como quien dice. Fue nombrado CEO el pasado mes de marzo. Poco después, la agencia Reuters daba la exclusiva al informar de que Lip-Bu Tan había invertido 200 millones de dólares en compañías chinas de semiconductores, alguna de ellas con vínculos en el Partido Comunista, concretamente con su departamento militar.
El consejero delegado ha respondido que existe mucha “desinformación” al respecto y asegura que Intel colabora “activamente” con la Administración estadounidenses para aclarar la situación.
Pues, lo que le faltaba a Intel.
