La economía española crecerá el 4,5% del PIB en 2021, según el Banco de España, muy por debajo de su estimación anterior (6,3%) y de la previsión del Gobierno, que mantiene el crecimiento de España en el 6,5%. Para la vicepresidenta Económica, Nadia Calviño, todo va mejor que bien. “La recuperación económica está en marcha, es muy fuerte y las perspectivas son positivas”, afirmó a principios de diciembre. Para entonces, varios organismos nacionales e internacionales ya habían revisado a la baja sus previsiones para España.

Este viernes ha sido el Banco de España, que también ha rebajado el crecimiento de 2022 hasta el 5,4% frente al 5,9% anterior. Habrá que esperar a 2023 para ver una mejora respecto a las previsiones realizadas en septiembre: ese año (2023) creceremos un 3,9% frente al 2% anterior. Para entonces, todos calvos.

Ojo con la subida de precios. “Hemos revisado significativamente al alza la inflación a corto plazo”, ha señalado el director general de Economía y Estadística del Banco de España, Óscar Arce. Así, la inflación cerrará 2022 en el 3,7%, muy por encima del 1,7% estimado anteriormente. Habrá que esperar a 2023 para ver el IPC en el 1,2%.

La previsión más optimista es la mayor reducción de la tasa de paro: en 2021 alcanzará el 15% (frente al 15,1% anterior), en 2022 descenderá hasta el 14,2% (frente al 14,3% anterior) y en 2023 cerrará en el 12,9% (frente al 13,3% de septiembre). Pero no se emocionen: mucho de ese empleo es y será público.