Contaba ayer Pablo Ferrer cómo miente el ministro Escrivá al hablarnos de que la subida de cuotas decretada por complot entre el Gobierno Sánchez y los sindicatos muertos, CCOO y UGT se hacía a partir de una verdad que constituye una gran mentira: la de que los costes laborales vigentes en España son inferiores a los europeos. Los costes totales sí, porque cobramos menos, pero las cuotas son las más altas de Europa.

Es la misma verdad mentirosa de la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, cuando asegura que en España la presión fiscal es inferior a la media europea. La presión fiscal global, sí, pero el esfuerzo fiscal individual de los españoles es de los mayores de Europa.

Esta es una España que sólo piensa en la jubilación, no en la creatividad del trabajo

Son dos sofismas para justificar la actual subida de cuotas sociales decretada el martes 15, y la subida de tasas e impuestos que, con sordina, va imponiendo Hacienda a todos los españoles. Dos mentiras más del sanchismo.

Es verdad que la presión fiscal española es inferior a la europea pero eso sólo ocurre porque somos más pobres. Es verdad que los costes laborales españoles son menores que los europeos: pero es sólo es porque cobramos menos, como ayer explicó Ferrer: Escrivá, te va a crecer la nariz.

En España, ata más el contrato laboral que el matrimonial

Los hechos: se llama Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI). Como siempre, el progresismo suple la falta de contenidos, o los contenidos venenosos, con nombres pomposos. El MEI del ministro José Luis Escrivá y del Gobierno Sánchez, acordado ayer con los sindicatos y sin el apoyo de la patronal CEOE, no es otra cosa que una subida de impuestos laborales, las famosos cuotas sociales, que pasan desapercibidas... porque las abona, en una quinta parte el trabajador en su nómina y las otras cuatro quintas partes las paga el patrón, directamente a la Seguridad Social.

Pero esas cuotas son las que explican la terrible economía sumergida española y el miedo a contratar trabajadores por parte del empresario. En España, ata más el contrato laboral que el matrimonial.

La cuotas deberían desaparecer pero, miren por dónde, Sánchez las ha subido y, encima, el ministro Escrivá miente al asegurar que los costes laborales en España son menores que en Europa. Los costes laborales sí, las cuotas son más altas, las más altas de todas, pedazo de embustero.

Esas cuotas se emplean para pagar las pensiones pero como somos un país envejecido que, por egoísmo, se niega a tener hijos, ya no dan para cubrir las jubilaciones y hay que subirlas, e incluso echar mano de otros impuestos.

El objetivo del español ha dejado de ser la vida eterna para conformarse con la supervivencia mínima. Renunciar a crear es condenarnos al reparto de la miseria

Bien, lo entiendo, pero oiga, no me mienta, que ya estoy harto de mentiras. No me hable de mecanismo de equidad intergeneracional, MEI, dígame la verdad: dígame que me va a subir los impuestos para poder pagar las pensiones de hoy a costa del empleo de hoy y de la pensión futura de los trabajadores de hoy.

Al final, la única solución al envejecimiento de la población y a la asfixia, tanto de la izquierda como de la derecha, a la propiedad privada -que es la clave de toda esta cuestión- la única forma de pagar las pensiones se llama Cuotas por IVA. Hay que suprimir las cotizaciones sociales y pagar las pensiones por IVA. Hemos llegado a tal envejecimiento de la población española, es decir, el problema es tan grave, que sólo se podrá afrontar de forma paulatina -suprimir las cuotas y pagar las pensiones con IVA- y, además, acompañar ese cambio con otras medidas como el imprescindible retraso en la edad de jubilación.

Sin embargo, lo que han hecho Sánchez-Escrivá, la izquierda española, siempre tan obtusa, es lo contrario: había que suprimir las cuotas y va el Gobierno y las sube. Así, no se salvan las pensiones pero se aumenta el paro y la economía sumergida. Esta es una España que sólo piensa en la jubilación, no en la creatividad del trabajo y así se disparan los costes sociales, con ello los impuestos que afectan al trabajo, con ello también se dispara el paro y l economía sumergida.

El problema ya no es sólo político. El problema de esa sociedad enferma es que objetivo de 'Juan Español' ha dejado de ser la vida eterna para conformarse con la supervivencia diaria. Y así no hay manera de crear nada. Y resulta que renunciar a crear es condenarnos al reparto de la miseria.

Créanme: necesitamos suprimir las cuotas y financiar las pensiones públicas con cargo al IVA. No hay otra salida. Y ojo, porque tampoco la derecha se plantea estas cuestión en profundidad. Critica la izquierda enloquecida y hace bien, pero tampoco propone el recambio adecuado.