José Luis Escrivá sabe de lo que habla y, por eso, su justificación para subir las cuotas sociales un 0,6%, tiene delito. “España no tiene un problema de costes laborales”, ha insistido en la tarde de este lunes tras el acordar con UGT y CCOO subir las cuotas sociales un 0,6%. La empresa se hará cargo del 0,5% y el trabajador, del 0,1% restante.

Escrivá aseguró que todavía hay margen para subir los costes laborales porque en España son inferiores a la media europea. Claro, campeón, pero es porque en los demás países europeos el salario del trabajador es más elevado y, con ello, se paga más IRPF.

Para entendernos: los costes laborales se componen, pro decirlo así, de tres elementos: el salario, el IRPF y las cuotas sociales (los impuestos al trabajo). Así, los costes laborales en España son inferiores, no porque paguen menos cuotas sociales, sino porque pagan salarios menores y, portanto, menso impuesto sobre la renta.

Y encima Escrivá tiene la caradura de asegurar que esta subida de cuotas no va a repercutir sobre el empleo. Claro que toda subida de cuotas repercute sobre el empleo porque grava al empresrio quien, se cuida muy mucho de contratar. Ojo, en la subida actual, el empresario pagará cinco veces más que el trabajador. Hasta ahora, eran cuatro veces más. La alternativa para el contratador es... el fraude, la economía sumergida.

¿Qué es lo que han acordado Gobierno y sindicatos? Subir, precisamente, los impuestos al trabajo. Los costes laborales en España se acercarán a los de nuestros vecinos europeos, pero no porque suban los salarios, sino porque aumentarán los impuestos al trabajo. Escrivá tiene mucha cara.

Se trata, en definitiva, de una subida de impuestos al trabajo que, en principio, estará vigente hasta 2032, aunque llegado el momento se revisará y podría ser prorrogado o, incluso, aumentado. ¿Comprenden?

Sobre el papel, el Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI), que sustituye al malvado Factor de Sostenibilidad de la reforma de 2013, consistirá en la reactivación del Fondo de Reserva de la Seguridad Social mediante la aportación de ese 0,6% adicional de cuotas sociales. Dicho fondo actuará como “válvula de seguridad” del sistema a partir de 2033, según el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, en el caso de que haya un desvío de la previsión de gasto en pensiones para 2050. Tal y como van las cosas hay que ponerse en lo peor.

La CEOE se ha negado a firmar porque considera que el MEI “es insuficiente”, “no garantiza el equilibrio del sistema” y “necesitará medidas adicionales en el futuro para asegurar su sostenibilidad”, ha afirmado la patronal en un comunicado.