En Alemania, la Oficina Federal de Estadística (Destatis) ha publicado el dato del crecimiento de la economía durante el primer trimestre de este año.

Pues bien: la economía del motor alemán -motor económico de Europa- cayó un 0,3% en el primer trimestre respecto al anterior. 

De esta manera, encadena dos trimestres consecutivos a la baja, tras la caída del -0,5% del cuarto trimestre de 2022.

En conclusión: la economía de Alemania ha entrado en recesión. Entre las causas figuran las fuertes subidas de precios, la disminución de un -1,2% del consumo final de los hogares o la reducción del -4,9% del gasto de consumo final del Gobierno. 

En comparación con otros países europeos, cabe recodar que España e Italia crecieron un +0,5 y Francia lo hizo un +0,2%, mientras que el promedio de la zona euro fue del +0,1%. De su lado, el PIB de Estados Unidos en el primer trimestre creció un 0,3%.

Ruth Brand, presidenta de la Oficina Federal de Estadística, ha apuntado: “Después de que el crecimiento del PIB entrara en territorio negativo a finales de 2022, la economía alemana ahora ha registrado dos trimestres negativos consecutivos”. Y ya saben: cuando Alemania estornuda, Europa se constipa.