Abbott Laboratories informó el miércoles de que los kits de pruebas COVID-19 le aportaron unos ingresos de 3.300 millones de dólares hasta marzo, lo que impulsó las ventas totales de su negocio de diagnóstico, que crecieron un 31,7% en términos declarados, ha informado la compañía.

Abbott, que suministra kits e instalaciones para la realización de pruebas de COVID-19, se benefició de un aumento de la demanda de estas pruebas, en un momento en que los casos de la variante ómicron, altamente transmisible, alcanzaron en Estados Unidos niveles récord en enero.

Aun así, la empresa mantuvo sin cambios su previsión de beneficios ajustados para todo el año.

El repunte de la demanda de procedimientos electivos impulsó las ventas de dispositivos médicos, en un momento en que los casos de coronavirus disminuyeron en la segunda mitad del trimestre.

Abbott prevé ahora unas ventas de 4.500 millones de dólares en pruebas de COVID-19 para este año, que espera que se produzcan en su mayor parte en la primera mitad del año.

La empresa con sede en Illinois (EEUU) reiteró que espera que el beneficio ajustado por acción en 2022 sea de al menos 4,70 dólares.