El presidente del BBVA, Carlos Torres, está decidido a llevar la OPA sobre el Sabadell hasta el final. No hay marcha atrás y sólo contempla dos opciones: que se complete o que sea vetada por la autoridad competente, por ejemplo, la CNMC.

En otras palabras, Torres está convencido de que su oferta alcanzará el ‘sí’ de, al menos, el 50,01% de los accionistas del Sabadell, el mínimo para que la OPA se lleve a cabo. De momento, sin embargo, las cuentas no salen y son más los que piensan que todo quedará en nada.

El Gobierno, por su parte, no ha movido un ápice su postura (la segunda, claro, porque la primera fue de aprobación). Así, el ministro Carlos Cuerpo insistió este martes en los mismos argumentos y admitió que el Gobierno se enteró por una llamada de Torres. “Tuvimos conocimiento a través de una llamada del propio presidente del BBVA una vez que habían tomado la decisión en el consejo”, afirmó durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.

El PNV acepta la derrota pero protege a Carlos Torres frente al Gobierno central y al mercado, para que no dimita

Por cierto, Cuerpo ha exigido silencio a sus colegas de Gabinete sobre este asunto. No quiere meteduras de pata como la de José Luis Escrivá y el hipotético segundo accionista de la SEPI en Telefónica, ni la precipitación de Félix Bolaños, que calificó la fusión de “buena noticia”. A partir de ahora será él quien hable y nadie más. Bueno, y Sánchez, que nunca se equivoca y si lo hace lo soluciona cambiando rápidamente de opinión.

Mientras, el PNV acepta la derrota, pero no quiere que el fracaso arrastre a Torres, al que protege, no sólo frente al mercado, sino frente al Gobierno central, que ya lo considera un presidente amortizado.