La pandemia del coronavirus ha supuesto un golpe para el sector aéreo mundial, colocando a muchas aerolíneas al borde de la quiebra o en una delicada situación. Entre ellas, está Latam Airlines Group, que en mayo de 2020 llegó a pedir concurso de acreedores en EEUU, y aunque ahora va algo mejor, aún es pronto para lanzar las campanas al vuelo: ha reducido un 60,15% las pérdidas en el primer semestre, pero los ingresos aún tienen un fuerte descenso (-38,4%), sobre todo en viajes de pasajeros (-55,4%).

La mayor aerolínea de Hispanoamérica, fruto de la fusión en junio de 2012 de la chilena LAN y la brasileña TAM, perdió 1.023 millones de euros en el primer semestre, frente a los números rojos de 2.567 millones de hace un año. Por su parte, la cifra de negocio se situó en 1.536 millones, un 38,4% inferior a la de hace un año, y de esta, 812,4 millones (-55,4%) correspondieron a los viajes de pasajeros y 610 millones (+25,3%) a los vuelos de carga.

El CEO de Latam, Roberto Alvo, ha señalado que ha sido “un semestre complejo” por las nuevas olas de la pandemia, de hecho en abril, sólo operó al 24,9% de su capacidad frente a 2019. Eso sí, mientras avanza positivamente su reestructuración financiera y cerró el segundo trimestre con una liquidez de 1.962 millones. Además, espera “un segundo semestre más activo, siempre pensando en fortalecer al grupo y cuidar a nuestros clientes”, ha añadido Alvo.