A Adolfo Domínguez le está afectando -y mucho- la pandemia del coronavirus
Adolfo Domínguez se ha arrugado un poco más y está lejos de recuperar el nivel preCovid y volver a beneficios a corto plazo. Y es que ha elevado las pérdidas un 6%, a 8,6 millones de euros en su primer trimestre fiscal (marzo a mayo), frente a las de 8,1 millones que registró hace un año, y muy superiores a las de hace dos años (-1,4 millones). Por tanto, no ha empezado bien su presente ejercicio, después de que en el anterior tuviera unos números rojos de 19,3 millones.
La firma textil gallega que tiene como primer accionista a Adolfo Domínguez Fernández (31,514%) también ha empeorado el Ebitda un 38,3%, pasando de uno negativo de 4,6 millones a otro aún más negativo de 6,3 millones. Cifras aún más negativos por culpa de los gastos extraordinarios que ha provocado el ERE lanzado para el 30% de su plantilla en España.
Las ventas se han situado en 14,6 millones, por el impulso de la colección ‘El sexo’ y por la reactivación comercial en los 17 países en los que está presente con 343 tiendas. Las ventas 'online' siguen creciendo más que las de tiendas físicas
Todo esto a pesar de haber duplicado las ventas, que se han situado en 14,6 millones, por el impulso de la colección ‘El sexo’ y por la reactivación comercial en los 17 países en los que está presente con 343 tiendas. Un gran avance frente a las de hace un año (6,7 millones), cuando el 92% de sus establecimientos estaban cerrados, pero que aún supone un 28,7% menos respecto al nivel preCovid. Eso sí, las ventas online continúan con un crecimiento superior al de las ventas en tiendas físicas: en concreto, de un 62,5%.
Paralelamente, en la firma textil, donde hace 14 meses Adolfo Domínguez oficializó la sucesión total en su hija Adriana, que ya mandaba, se ha convocado la Junta de Accionistas, que se celebrará de forma telemática a finales de agosto. Entre los acuerdos propuestos, están: la reelección de Adriana Domínguez como consejera ejecutiva, la ratificación y reelección de José Luis Sainz como consejero independiente, y los nombramientos de Rafael Prieto y Diana Morato como independientes, así como la política de remuneraciones y el plan de retribución variable a largo plazo, o la aplicación del resultado negativo de 15,828 millones a compensar en ejercicios posteriores.