Los más veteranos recordarán que hasta hace no mucho, a la hora de fichar a un banquero para un puesto directivo había dos posibilidades: traerlo de fuera o ascender a alguien de dentro, opción esta última preferida por muchos. Eso sí, en ambos casos, se priorizaba al candidato más cualificado y se elegía al más apto para el puesto.

Pero esto está cambiando y de qué manera, poque ahora prima la diversidad, por ejemplo, tener directivos de distintos países. Lo vemos en el Santander, cuyos máximos responsables regionales son una norteamericana fichada el pasado mes de febrero, Christiana Riley; un portugués, António Simoes, que llegó en 2020; y un español, Carlos Rey, en el banco desde el año 2010. El patrón se repite en otras áreas como PagoNxt, con Kush Saxena como CEO desde junio de 2022 o la portuguesa Alexandra Brandao como responsable de RRHH del Grupo español.

Ahora bien, fichar bajo el prisma exclusivo de la diversidad puede llevar a situaciones controvertidas o, incluso, injustas. No decimos que sea el caso del Santander, ni mucho menos, pero no hace muchos días un banquero me comentó que estaban teniendo dificultades para cubrir un determinado puesto directivo porque, para ser diversos, tenía que ser una mujer.

Esto es sólo el principio. Desde que la cultura Woke, la Agenda 2030 o los ODS de Naciones Unidas -todo converge en lo mismo: la perversa ideología de género- han impregnado el mundo empresarial en general y a las consultoras de RRHH en particular, las prioridades han cambiado y la meritocracia va perdiendo peso en los procesos de selección.

Dicho de otra manera, ahora es el Nuevo Orden Mundial (NOM), a través de sus múltiples instrumentos -uno de ellos, el Pacto Mundial de Empresas- quien marca las pautas y la primera de ellas y más importante es la diversidad. Los bancos -todas las empresas- tienen que ser inclusivos y tener directivos diversos en sexo, raza, nacionalidad, etc. ¿Se imaginan?:

-¿A ti por qué te ficharon?

-Porque soy afroamericano, y tú, ¿cómo conseguiste el puesto, si eres varón de raza blanca y nunca has trabajado en el departamento?

-Es que soy vegano y no hay ningún vegano en el comité directivo.

Y así se podrían poner un sinfín de ejemplos, algunos todavía más disparatados, como fichar a un entrenador de baloncesto sólo porque mide un metro cincuenta.