Juan Carlos Escotet no se conforma con ser un banquero mediano y busca nuevas oportunidades. Galicia se le ha quedado pequeña. Y lo ha demostrado una vez en la presentación de resultados de Abanca correspondientes al primer semestre. 

Pero Escotet que tonto no es, quiere una fusión, quiere ser más grande... pero seguir mandando. "Nosotros no hemos tenido conversaciones formales de ningún tipo con el Sabadell ni nos interesa". Y es que tras el fracaso de la OPA BBVA-Sabadell, en Moncloa se les iluminó la bombilla: Sabadell-Abanca, y eso no es lo que quiere Escotet, principalmente porque Sabadell es tres veces más grande que Abanca y se comería a su banco y a su presidente, es decir, a él mismo.

Su apuesta es por Unicaja e Ibercaja. En el primero la cosa es difícil, Unicaja mantiene buenas relaciones con Moreno Bonilla y ahora disfruta de las mieles del triunfo tras su victoria sobre Liberbank. Con el segundo, la cosa tampoco es sencilla, tendrá que convencer a Manuel Pizarro, alma nutricia de Ibercaja y al presidente aragonés, Jorge Azcón. Dicho todo esto, Escotet no apunta mal, ve cómo Alberto Núñez Feijóo está cada vez más cerca de ser el inquilino de Moncloa y que el gallego le dará lo que pida.

Ya lo hizo hace unos años, y con el dinero de todos los españoles. Escotet le compró al Estado, las dos grandes cajas de ahorros gallegas, a un precio de pelotazo de libro, financiado por la crisis bancaria que pagó el resto de los bancos y el conjunto de los españoles. Hablamos de cuando NovaCaixa Galicia le costó a los españoles 9.000 millones de euros y luego se la regalaron a Escotet porque así lo impuso Feijóo. Recuerden las cajas gallegas iban a caer en manos de La Caixa, de Isidro Fainé, cuando Feijóo se fue a ver a Rajoy y el amenazó con dimitir si no lo evitaba, porque "no se puede permitir que los centros de decisión gallegos estén en Barcelona".

Otro tema en el que se ha centrado Escotet: EuroBic. Si los resultados hasta septiembre de 2023 estuvieron marcados por la integración de Targobank, en los del presente ejercicio, publicados este lunes, se ha hablado del portugués EuroBic, el cual ha sido utilizado por Escotet en varias ocasiones en su discurso. Como ejemplo de operación, como ejemplo de integración y adquisión positiva... para que él mismo pueda seguir teniendo el control, claro está.

Además, el presidente de Abanca ha vuelto a descartar una salida a bolsa en el corto plazo, aunque ha reconocido que el mercado "empieza a presentar mejores números", dejando la puerta abierta. "Hasta hace muy poco todas las operaciones o todas las cotizaciones del mercado estaban prácticamente en su totalidad por debajo de valor en libros; el mercado ha cambiado de forma radical, las rentabilidades a doble dígito son probablemente una buena explicación de por qué los precios han mejorado de manera considerable". "Si esto se hace sostenible en el tiempo, hemos dicho siempre que cuando las condiciones de mercado evolucionaran, consideraríamos la posibilidad de salir a bolsa, pero no parece que eso vaya a ser en el corto plazo". 

¿Y qué es lo que pasa cuando presentas resultados entre tanta niebla de fusiones, salidas a bolsa y demás dimes y diretes? Pues que las cuentas quedan en un segundo plano, y así Escotet presume de 76.000 nuevos clientes y de un ROTE del 14,6%. Cuando la realidad es que esos clientes son nuevos clientes online y el ROTE al 14,6%, significa que cae un 2,3% del 16,9% que presentaba hace apenas 12 meses. ¿Una caída del 2,3% en un año es mucho? Muchísimo, y supone que Escotet sostiene bien su margen de interés, pero tiene un desastre bastante importante en su rentabilidad sobre recursos propios, y eso no es nada bueno. 

La entidad ha elevado su volumen de negocio por encima de los 134.000 millones de euros, ganando cuota de mercado en todos los territorios. El banco ha destinado más de 9.000 millones de euros en nueva financiación. El margen de intereses creció un 4,5% y los ingresos por prestación de servicios un 18,8%, con lo que el margen básico aumentó un 6,9%, hasta los 984,4 millones de euros. Además, obtuvo un beneficio neto de 427,1 millones de euros entre los pasados meses enero y junio, lo que supone un aumento interanual del 3,7%, pero la rentabilidad no va bien. 

Lo dicho: 2023 fue el año de Targobank, el pasado 2024 el de EuroBic, que aún colea… y 2025 puede ser el año en el que las cuentas empezaron a torcerse y el año en el que Escotet empezó a expandirse.