El consejero director general de VidaCaixa, Javier Valle, no quiere hablar de la fusión Caixabank-Bankia. “Por ahora somos entidades competidoras y no podemos opinar”, señaló este miércoles durante la presentación de resultados anuales de la aseguradora aunque, ante la insistencia de los medios, admitió que “la relación con Bankia es cordial".

Valle se refirió a 2020 como año “especial”, con “mucha problemática personal” y “tragedia humana”. Sin embargo, la filial aseguradora de Caixabank aumentó el beneficio un 11,7% hasta los 887,9 millones de euros, lo que consolida a la aseguradora como pieza clave del grupo Caixabank que en 2020 registró un beneficio de 1.381 millones.

Por cierto, de la misma manera que VidaCaixa es fundamental para Caixabank, SegurCaixa Adeslas, de la que posee el 49%, lo es para la aseguradora, ya que aportó cerca de 367 millones de euros, un 6,8% más, al beneficio de la compañía. El 51% restante de SegurCaixa Adeslas, líder indiscutible en seguros de salud, es de Mutua Madrileña.

Sea como fuere, el beneficio aumentó a pesar de la caída del 18,5% de las primas y las aportaciones comercializadas provocada por la menor actividad debido a las medidas restrictivas por la pandemia. El volumen de recursos gestionados también creció, un 3,7% respecto a 2019, hasta los 96.467,2 millones de euros. Durante el primer año de Covid, VidaCaixa abonó 4.171 millones de euros en prestaciones de las que más de la mitad correspondieron a rentas vitalicias.

El liderazgo de la compañía en seguros de Vida en España es indiscutible a pesar de que durante 2020 retrocedió un 1,3% hasta situar la cuota de mercado en el 12,1%.

¿Fusiones en el sector? Valle cree que será inevitable que se produzcan, ya que las compañías tendrán que hacer frente a elevadas inversiones -digitalización, nueva normativa contable que entrará en vigor en 2023..., sólo aptas para grandes corporaciones.